La generación Z, también denominada centennials, Zillenials, iGen o post-Millenials, es aquella que engloba a los nacidos entre mediados de la década de los 90 del siglo XX y principios de la del 2000. Mucho se ha hablado de ellos y de los cambios en sus actividades de ocio y productos de consumo en comparación con las generaciones anteriores, de manera que han sido objeto de diversos estudios sociológicos.
Entre todos ellos, no faltan los relativos al consumo de alcohol de la generación Z y se ha difundido la idea de que es la que menos bebidas alcohólicas consume de las últimas décadas. Pero ¿realmente es así? ¿Ha disminuido la cantidad y la frecuencia con la que beben? ¿Significa esto que consumen bebidas más saludables y que el resto de sus hábitos lo son? Buscamos las respuestas para saber qué hay de verdad en todo ello.
Generación Z y consumo de alcohol
Si atendemos a los estudios efectuados hasta el momento, descubrimos que un elevado porcentaje de jóvenes de la generación Z solo beben en determinadas ocasiones, por lo que limitan el consumo de alcohol a eventos y momentos especiales. Así lo asegura el estudio elaborado por KAM, una empresa de investigación de mercados que efectúo una encuesta a 500 británicos de distintas edades. En esta se concluyó que el 65% de aquellos entre los 18 y los 24 años de edad limitaban su consumo de alcohol.
Asimismo, en el informe del Observatorio Español de las Drogas y Adicciones del año 2021 también se dejaba constancia del descenso de consumo de alcohol en la generación Z. De tal modo, mientras que un 30% de los baby boomers consumían alcohol entre semana, en los jóvenes de la generación Z la cifra desciende hasta el 10%.
Causas del menor consumo de alcohol
Una de las causas del menor consumo de alcohol por parte de la generación Z es su preocupación por mantener una alimentación saludable y cuidar su aspecto físico, teniendo en cuenta la elevada cantidad de calorías que contiene el alcohol. Por ese motivo, cuando toman bebidas alcohólicas prefieren que sean de baja graduación o directamente en una versión sin alcohol.
Las marcas se han dado cuenta enseguida de ello, de ahí que cada vez se comercialicen más este tipo de productos. Cervezas de lo más variado, ginebras de colores y bebidas tropicales con baja graduación son ejemplo de ello.
Además de ello, mientras que para las generaciones anteriores tomarse un whisky o un cóctel podía significar un símbolo de estatus y estar vinculado al hecho de socializar, tomando una copa al salir del trabajo o un vermú con los amigos, estos factores se han perdido por completo. Los símbolos de estatus en la generación Z se han desplazado a otros artículos como las zapatillas deportivas, los productos de belleza, los viajes y la estética. Después de todo, las fórmulas de socialización han cambiado con la popularización de las redes sociales y los hábitos de ocio.
Tendencia actual en el consumo de alcohol
La tendencia entre los jóvenes es tal que incluso se ha llegado a acuñar un término para designar a aquellos que consumen menos bebidas alcohólicas: sober-curious, un hashtag frecuente en las redes sociales, que fue creado en el año 2018 por la escritora Ruby Warrington para hablar de un consumo controlado de alcohol. Con él se hace referencia a aquellas personas que no son abstemias, pero a las que preocupa las consecuencias del consumo de alcohol sobre su cuerpo. Por ese motivo, son consumidores responsables que eligen muy bien qué beber y las ocasiones en las que lo hacen.
En la misma línea la periodista científica Rosamund Dean acuñó el término mindulf drinker, para hacer referencia a aquellos que miden lo que beben y combinan el consumo responsable de alguna bebida alcohólica con aquellas sin alcohol. De tal modo, lo hacen con moderación y ocasionalmente.
Otros consumos de la generación Z
No obstante, el menor consumo de alcohol de la generación Z no implica una vida más sana en términos generales, sino un cambio de hábitos. Recordemos que estos jóvenes son el principal público objetivo de las bebidas energizantes, que pueden aportar hasta 11 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, y contienen otros ingredientes como cafeína, taurina, L-carnitina y glucuronolactona. Su consumo habitual también puede generar graves problemas de salud.
Además, estudios como Monitoring the Future, del 2019, han constatado un aumento del vapeo y del consumo de alucinógenos entre los jóvenes, así como un incremento del consumo de marihuana, el más alto después de tres décadas.
No obstante, todavía no es posible determinar qué es lo que va a pasar con la generación siguiente: la Alfa, nacida a partir del año 2010. Es posible que sigan la misma línea que la generación Z, pero también que haya un repunte en el consumo de alcohol teniendo en cuenta que en el mercado hay cada vez más bebidas alcohólicas de baja graduación similares a refrescos o cócteles de frutas. Es cuestión de tiempo averiguarlo.