Es tal la cantidad de televisores y monitores que encontramos en el mercado que si estás informándote para adquirir uno, seguro que te llama la atención descubrir la cantidad de modelos que hay disponibles. Pero ¿cuál has de elegir? Entre todas las características que tienen, las pantallas es una de las primeras que debes comprender antes de decantarte por unos u otros.
Repasamos las diferencias entre los principales tipos de pantallas para que puedas comprar lo más adecuado a tus necesidades y al presupuesto del que dispongas.
Pantallas LCD
Las pantallas LCD (Liquid Crystal Display) son unas de las más populares. SE comenzaron a desarrollar allá por la década de los años sesenta del siglo XX y su principal característica estriba en que la pantalla es de cristal líquido. Además, es plana y destaca por su delgadez y su poco peso, de manera que no ocupa demasiado espacio.
No obstante, muchos consideran esta tecnología ya superada. De hecho, hay marcas que van a dejar de fabricar pantallas LCD a finales de 2020, a favor de pantallas de otro tipo como las QLED o las OLED.
Pantallas OLED
Las pantallas OLED (Organic Light-Emitting Diode) se comercializaron por primera vez en torno al año 2013. Se caracterizan por ser muy delgadas, de hecho, miden menos de 3 mm de ancho, y muestran mejor los colores que las pantallas LED, ofreciendo mayor profundidad en los negros.
Las OLED no utilizan sistemas de retroiluminación y su ángulo de visión es perfecto, pero como desventaja, no las encontrarás disponibles en gran variedad de tamaños, sino que solo podrás adquirirlas de 55, 65 y 77 pulgadas. Estas medidas limitan mucho el espacio del que dispongas en casa para poder instalarlas. Ten en cuenta también que su precio es elevado, aunque son más eficientes que las pantallas LCD y LED.
Pantallas LED
Las pantallas LED dan como resultado televisores más delgados y finos que las LCD, aunque son un tipo más avanzado dentro de estas. La imagen que ofrecen es de calidad, brillante y con buen color, y suelen ser una estupenda opción en relación calidad-precio.
Además, entre sus otras ventajas, debes tener en cuenta que el consumo eléctrico es menor y su precio más económico. También resisten mejor el paso del tiempo y las encontrarás disponibles en gran variedad de tamaños. No obstante, su ángulo de visión es más estrecho que otro tipo de pantallas. Están disponibles en un amplio rango de precios, en función de otras características que mejoren su calidad de imagen, por lo que puedes comprar un televisor asequible con este tipo de pantalla.
Pantallas QLED
Las pantallas QLED (Quantum Dot Light) sí que están disponibles en muchos tamaños, entre las 49 y las 88 pulgadas, aunque son más gruesas que las OLED. Su brillo y color es excelente, pero los negros no son tan profundos como aquellas. Se trata de un tipo de pantalla LED mejorada, que da lugar a una imagen más brillante, sin dejar de ser más económica que una pantalla OLED.
Pantallas ULED
A todo este tipo de pantallas, tienes que sumar una más: las pantallas ULED o Ultra Led. Se trata de una evolución de las QLED, con mejoras que las diferencian. La resolución es superior y la retroiluminación también está mejorada, por lo que la calidad de imagen se incrementa, con colores más puros y resoluciones más altas. No obstante, los negros no son tan puros como los que ofrece una pantalla OLED.
Elijas la televisión que elijas, en lo que respecta al consumo de energía, ten en consideración que, por norma general, cuanto mayor sea la diagonal de la pantalla más va a consumir el aparato, por lo que lo notarás en la factura de la luz.