Cuando termina el invierno o se inicia la primavera nos encontramos en el momento ideal para plantar fresas en el huerto o en casa. El cultivo de esta deliciosa fruta es sencillo, así como su crecimiento, por lo que si te apetece plantar algo nuevo estas semanas y te encanta comer aquello que recolectas tú mismo, vale la pena que te animes a hacerlo.
Hoy te contamos cómo plantar fresas en casa y los cuidados que debes darle a la planta para poder degustar este manjar tan sabroso y saludable a lo largo del año.
Plantar fresas en casa
Cultivar fresas en casa
Para cultivar fresas en casa solo necesitas semillas y una maceta, un semillero o una mesa de cultivo, además de un buen sustrato para plantación. La profundidad en el recipiente es suficiente que sea de entre 15 y 20 centímetros. Deberás colocar entre dos o tres semillas en el semillero y regar en abundancia. En el momento en que broten un par de hojas, tendrás que trasplantar la planta a una maceta, y una vez que alcance unos ocho centímetros de altura, trasplantarla de nuevo a la maceta definitiva, en la que deberás enterrar bien el tallo.
No obstante, si nunca has cultivado semillas y te parece algo complicado o que te va a robar mucho tiempo, lo más sencillo es comprar una pequeña planta de fresas en un vivero, las cuales también suelen ser especies ideales para tener en una maceta en casa.
Otra opción es reproducir las plantas a partir de estolones, esos vástagos que nacen en la base del tallo y que dan lugar a nuevos ejemplares. Recuerda que lo mejor es que, de entre todas las especies, elijas siempre aquellas conocidas como remontantes o de tipo día neutro, puesto que florecen y dan fruto durante casi todo el año. Son las más adecuadas para plantar en interiores o en jardineras en el balcón.
Si vas a distribuirlas en una mesa o una jardinera, lo conveniente es dejar unos 20 centímetros de espacio como mínimos entre planta y planta. Asimismo, es necesario asegurarse de que el recipiente tenga un buen drenaje, en caso contrario pueden salir muchos hongos o pudrir las raíces.
Cuándo regar las fresas
El riego de las fresas varía en función de la época del año. En el huerto tradicional bastará con que instales un sistema de riego por goteo. Sin embargo, en macetas y jardineras será necesario que diferencies entre dos épocas del año: el invierno, en que hay que regar cada tres o cuatro días, y el verano, época en la que estas plantas necesitan ser regadas todos los días pero sin encharcar la tierra.
En pleno verano, en los lugares más secos o con temperaturas más elevadas, puede darse el caso de que hayas de regar las plantas un par de veces al día. En cualquier caso, procura que la tierra o el sustrato siempre esté húmedo, pero nunca encharcado.
Podrás recolectar tus propias fresas entre los meses de marzo y septiembre, dependiendo de la especie. Como norma general se recomienda no cosechar las del primer año para que la planta coja fuerza. De esta manera producirá más cantidad de fruto en las siguientes temporadas. Si compras la planta ya en maceta en un vivero, esto no es necesario, puesto que suele tener el tiempo suficiente como para que coseches tan pronto como salgan sus frutos, además de tratarse de especies más adecuadas para ello.
Cuidados de las fresas
Lo ideal es que tu planta de fresas reciba unas seis u ocho horas de sol al día, así que deberás colocarla junto a una ventana, en la terraza o en el balcón. Además de ello, si solo recibe luz solar desde una dirección, recuerda girar la maceta cada varios días, para que los rayos le lleguen por todas partes. Cuanto más sol reciba, más grandes y jugosas serán las fresas.
También puedes nutrir la planta con abono orgánico, compuesto por ingredientes como fósforo, potasio y nitrógeno, el cual deberás echar en el sustrato. Los fertilizantes en formato líquido son los más cómodos de utilizar, y puedes espaciar su uso con mayor sencillez. Ten en cuenta que, mientras la planta esté creciendo, puedes hacerlo cada 15 días. Después será suficiente con que lo hagas una vez al mes.
Con todo ello, si te apetece plantar fresas, no lo dudes. Es un cultivo sencillo, que no requiere sol todo el día, aunque en sitios soleados dará más frutos. Además, este tipo de plantas resiste muy bien las temperaturas bajas en invierno, por lo que es relativamente fácil que se te de sin problemas. Anímate a cosechar tus propias frutas para preparar las mejores recetas con fresas a lo largo de todo el año.