Son numerosos los tratamientos para blanquear los dientes que se realizan en clínicas odontológicas, además de eficaces y rápidos; pero existen otras opciones para lograr tener unos dientes más blancos con productos que encontramos en todos los hogares.
Estos son los métodos con los que puedes blanquear los dientes de forma natural y las pautas que has de seguir para que no amarilleen, teniendo en cuenta que lo principal para una dentadura sana y bonita siempre es una correcta higiene dental.
Bicarbonato de sodio
Los dientes dejan de tener ese color blanco natural para tornarse en amarillos o grisáceos porque se ha desgastado el esmalte dental. Además, fumar es uno de los factores más directos que provocan que los dientes amarilleen, así como por efecto del envejecimiento.
Una de las formas naturales para evitar perder ese color blanco es utilizar bicarbonato de sodio, puesto que se trata de un blanqueante natural. De hecho, es uno de los ingredientes de muchos de los dentífricos que se encuentran en el mercado, y cuanta mayor es su concentración, más notables son sus efectos. Si quieres usar bicarbonato para blanquear los dientes, debes frotar un poco sobre los que están amarillentos con un cepillo de dientes, dejar actuar unos segundos, y luego enjuagar. No obstante, se necesita tiempo para comenzar a ver los resultados.
Cáscaras de naranja
La cáscara de las naranjas son otra opción para blanquear tus dientes. Ello es debido a que contienen ácido salicílico y ácido cítrico, y la combinación de ambos contribuyen a que los dientes estén más blancos. También ayudan a proteger el esmalte.
Para ello, primero debes pelar una naranja y cortar en trozos la cáscara. Después, utiliza la parte blanquecina de su interior para pasar por encima de los dientes que tengas amarillos o manchados. Bastará con que hagas un ligero masaje durante un par de minutos. A continuación, aguarda media hora antes de lavarte los dientes para que haga efecto, realizando un buen cepillado. Recuerda que es posible seguir esta rutina una vez al día como máximo.
Aceite de coco
Uno de los remedios tradicionales para que los dientes vuelvan a lucir blancos es enjuagar la boca con aceite de coco. Además, este es un remedio que está avalado científicamente, ya que el estudio The Effect of Coconut Oil pulling on Streptococcus mutans Count in Saliva in Comparison with Chlorhexidine Mouthwash constató que el enjuague diario con aceite de coco provoca la reducción de la bacteria Streptococcus mutans en la saliva. Esta es una de las responsables de la gingivitis y la placa, que afectan a la salud y al aspecto de nuestros dientes.
Para realizar el enjuague, introduce en la boca una cucharada de aceite de coco y enjuaga con suavidad. Mantén en la boca sin tragar durante 15 minutos; después, escupe. El aceite de coco es suave y nada agresivo, por lo que puede usarse a diario sin problema. Además, su sabor no es desagradable, como sí puede pasar con otros métodos naturales para el blanqueamiento de los dientes.
Tomillo
El tomillo es una de esas plantas con numerosos usos. Y es que, además de en la preparación de tus comidas, puedes usar tomillo para que tus dientes estén más blancos. Esto es debido a que posee propiedades antibacterianas y blanqueadoras, por lo que es adecuado no solo como método de blanqueamiento sino también para evitar infecciones bucales.
Para preparar este remedio necesitarás unos 10 gramos de tomillo seco bien triturado y una cucharadita de aceite de coco. Mezcla bien los dos ingredientes hasta formar una pasta y extiéndela sobre tu dentadura con la ayuda de un cepillo de dientes. Efectúa este cepillado durante tres minutos una vez al día durante una semana. Después, deberás esperar a que pase más de un mes para volver a efectuarlo.
Prevención e higiene
El mejor método para mantener los dientes blancos y que el esmalte dure por más tiempo en perfecto estado es seguir una serie de pautas de prevención e higiene. Lo primero, si es que fumas, es dejar de fumar. También deberás evitar o reducir el consumo de alimentos como café, té negro, vino y salsas, que suelen ocasionar manchas en los dientes. Y, cuando los tomes, lavarte inmediatamente los dientes.
Asimismo, reduce el azúcar de tu dieta, pues contribuye a la multiplicación de las bacterias en la boca. Por el contrario, deberás comer alimentos ricos en calcio, como el queso, la leche y el brócoli. Por último, no olvides que la higiene dental resulta fundamental. Lava los dientes varias veces al día con hilo dental y cepillo, y siempre después de haber comido o ingerido algo. Recuerda que la boca más bonita siempre es la más sana.
