En los últimos tiempos se ha puesto de moda la colorimetría, una ciencia que versa sobre el estudio de los colores y que, aunque no es novedosa si hablamos de dibujo y fotografía, sí lo es respecto a la estética. De hecho, hace unos años ha empezado a popularizarse en torno a esta.
De tal modo, la colorimetría es capaz de establecer qué colores nos sientan mejor en función de nuestras tonalidades de piel, de ojos y de pelo; en definitiva, según nuestras características personales. Si quieres saber qué colores te sientan mejor, esto es lo que la colorimetría nos dice.
¿Qué es la colorimetría?
La colorimetría es la ciencia que estudia la saturación, la luminosidad y los tonos del color, por lo que se desarrolla a partir del denominado circulo cromático. Gracias a este es posible consultar de manera muy sencilla qué colores son complementarios entre sí.
El estudio del color y su conocimiento han resultado imprescindibles para pintores, arquitectos y artistas en general, pero desde hace unos años se ha analizado su importancia en torno a las características particulares de cada individuo, para saber qué tonalidades son las que nos sientan mejor en el mundo de la moda. Así se utiliza tanto en lo que respecta al vestuario como al maquillaje, las uñas o a los tonos de cabello en el mundo de la peluquería. Para poder averiguarlo es necesario tener en cuenta el color de la piel, del cabello y de los ojos de cada individuo.
Colorimetría del tipo primavera
En el mundo de la moda se han establecido cuatro tipos generales en los que encajar el perfil de cada persona según sus rasgos, los cuales se subdividen a su vez en diferentes apartados. Para ello se han utilizado las cuatro estaciones del año, por lo que es posible distinguir entre personas con colorimetría del tipo primavera, verano, otoño e invierno.
Si tu tono de piel es claro y el color de tu pelo es rubio dorado o cobrizo, tu colorimetría es primavera, por lo que te sentarán mejor los tonos brillantes y luminosos, con saturación, como el coral, el celeste y el verde manzana. En este caso, el subtipo primavera cálida clara, con ojos claros del azul al marrón, estará más favorecido con los tonos cálidos que con los fríos. Por su parte, las personas primavera cálida media su color de piel es más dorado y menos pálido, por lo que el oro le resultará favorecedor, pero no la plata. Y la primavera cálida profunda, con tonos un poco más oscuros de ojos y cabello, se verán favorecidas con colores altamente saturados, como pueden ser los naranjas, los fucsias y los turquesas.
Colorimetría del tipo verano
Las personas verano poseen un tono de piel pálido, beige y unos rasgos suaves. Es frecuente que sus ojos sean azulados, verdes o grises. En el caso de las verano fresco claro, están especialmente favorecidas con colores fríos, debido al escaso contraste que existe entre las tonalidades de piel, ojos y pelo.
Destacan los verdes suaves y el rosa empolvado. En el supuesto de las personas del subtipo verano fresco medio, estarán ideales con los colores del agua en todos sus matices, y las del verano fresco profundo admiten mayor variedad de tonos. Estas últimas constan de contrastes entre su piel, su pelo y sus ojos, por lo que les sientan bien tanto el oro como la plata.
Colorimetría del tipo otoño
Las personas que encajan dentro del tipo otoño tienen rasgos marcados y tonalidad oscura en su piel, beige dorado o melocotón, así como cabello rubio, pelirrojo o castaño y ojos marrones, verdes, turquesa o aguamarina. Por todo ello les sientan realmente bien los colores cálidos, como marrones, avellanas y verdes. Respecto a los colores poco saturados, les van bien el rosa claro, el crema y el celeste.
Si eres otoño cálido medio, habrá un contraste medio entre los tonos dorados de tu piel y tu cabello, verás cómo te quedan mejor toda la gama de bronces, dorados, cobres, amarillos, mostazas, marrones y rojos anaranjados.
Las personas con subtono otoño profundo tienen unos ojos avellana, color café o negros, por lo que les sientan muy bien el contraste de tonalidades, por lo que pueden combinar sin problema los tonos claros y oscuros.
Colorimetría del tipo invierno
Los que pertenecen en colorimetría al tipo invierno poseen cabellos castaños o negros, mientras que la piel es clara o rosada y el color de ojos oscila entre el azul oscuro, el negro, el marrón y el verde grisáceo. La mayoría de las pieles negras y orientales se corresponden con esta estación.
En el supuesto de los invierno frío claro, pueden vestirse de negro y de tonos intensos como el escarlata, puesto que los contrastes fuertes les sientan mejor. En las personas de invierno frío medio, los ojos claro contrastan con los cabellos oscuros. Las tonalidades claras les sientan mejor porque les aportan más azul. En el caso de las personas invierno frío profundo se caracterizan por el pelo oscuro y la piel pálida, por lo que deben optar por colores saturados y los más claros, desde el burdeos hasta el blanco puro.
