Comer de manera ligera siempre apetece en verano, así que las ensaladas son una elección estupenda para nuestros menús en esta época del año. Ayudan a mantenernos hidratados y nos aportan numerosos nutrientes, sobre todo, si las preparamos con una combinación de ingredientes tan sabrosa como saludable.
Para evitar la tradicional lechuga con tomate, toma nota de estas cinco ensaladas fresquitas para el verano. Anímate a prepararlas para comer en casa o llevar en un táper en tus excursiones o a la playa. ¡Están deliciosas!
Ensalada con aguacate y parmesano
El aguacate es uno de esos alimentos que nos aportan energía y un montón de vitaminas, además de estar realmente bueno. Por eso no es extraño que sea protagonista de muchas ensaladas y recetas refrescantes.
Para preparar la ensalada de aguacate y parmesano necesitas una lechuga, un manojo de espárragos cocidos cortados en trozos, un aguacate cortado en dados, un poco de apio en rebanadas y unas láminas de parmesano. Ten en cuenta que puedes añadir más o menos queso en función de tu gusto. Añade todos los ingredientes en un bol y prepara aparte la vinagreta para echar por encima en el momento de consumir la ensalada. Para ella solo necesitas el zumo de un limón, un par de cucharadas de hinojo, cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.
Ensalada de alubias con ventresca de bonito en conserva
Las legumbres son maravillosas para tomar una buena dosis de proteínas en nuestras ensaladas de verano. Y esta de alubias con ventresca de bonito es especialmente refrescante, además de muy sencilla de preparar.
Escurre bien una lata de 200 gramos de alubias blancas cocidas. Puedes ponerlas sobre papel de cocina absorbente mientras preparas el resto de la ensalada. Solo tienes que cortar en trozos 300 gramos de ventresca de bonito en conserva, poner en un bol y añadir sobre ella una cucharada de salsa de soja, una cucharada de vinagre y cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Remueve todo bien y deja reposar un par de minutos para que coja sabor.
Agrega después un par de tallos de apio y un par de tomates grandes lavados y cortados en trozos. Este es el momento de añadir una cebolla tierna laminada, las alubias y perejil fresco picado. Salpimenta al gusto y disfruta de una ensalada en la que, si no tienes ventresca, puedes sustituir esta por unas latas de atún en conserva.
Ensalada de sandía
Las ensaladas de frutas no pueden faltar si hablamos de comer algo bien fresquito en verano. Una de las más sabrosas es la ensalada de sandía, que te permitirá hidratarte al máximo, sentirte saciado y tomar una buena dosis de proteínas gracias a los ingredientes que necesitas para prepararla.
Pon en el fondo de un plato o ensaladera un manojo de rúcula, y echa por encima sandía y pepino, pelados y cortados en dados. Agrega después un puñado de pistachos sin cáscara, aceitunas negras cortadas en rodajas y queso feta desmenuzado.
Aparte prepara la vinagreta con cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra, medio zumo de limón, cuatro hojas de menta picada, sal y pimienta. Agita todo bien y aliña con ello la ensalada. ¡Te sorprenderá su sabor!
Ensalada de melón y jamón
La combinación del melón con jamón es una de las más clásicas cuando hablamos de pinchos y aperitivos, pero puede que desconozcas que también resulta perfecta para preparar una de las ensaladas más refrescantes del verano. Coloca en la base del bol, plato o ensaladera unas pocas hojas de lechuga. Sobre pon el melón pelado y cortado en dados, así como tomate, unas lonchas de jamón serrano enroscadas y aceitunas negras.
Puedes añadir si lo deseas frutos secos como nueces y almendras, e incluso combinar varios tipos de melón. Una vez tengas todos los ingredientes dispuestos, solo tendrás que aliñar con un buen aceite de oliva virgen extra, vinagre, sal y pimienta, y degustar una ensalada de lo más refrescante.
Ensalada de remolacha y naranja
La ensalada de remolacha y naranja es una auténtica delicia. Necesitas cuatro remolachas cocidas y peladas, un par de naranjas sin piel, hojas de lechuga fresca y 150 gramos de queso de cabra. Corta en rodajas finas la remolacha y las naranjas en gajos. Coloca las hojas de lechuga en el plato que vayas a servir la ensalada. Distribuye por encima la remolacha y luego las naranjas. Sobre ellas añade el queso desmenuzado. Si lo deseas, también admite frutos secos como pipas de girasol y piñones, así que añádelas o no al gusto.
Después solo tendrás que aliñar la ensalada de remolacha con tres cucharadas de aceite de oliva extra virgen, un par de cucharadas de vinagre de Módena, sal y pimienta.
