Brezo: cómo cuidar esta planta en nuestra casa

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El brezo es una de las plantas típicas del otoño. Sus vivos colores resultan inconfundibles, por lo que suele utilizarse con fines ornamentales en los jardines, pero también en el interior de las casas; al fin y al cabo, el brezo puede darse perfectamente en maceta.

Para ello, solo necesitas seguir unas pautas para que esta planta crezca adecuadamente. Esto es lo que has de saber sobre cómo cuidar el brezo en casa para que puedas disfrutar de su belleza.

¿Qué es el brezo?

Brezo
Brezo/Foto: Pixabay

Es necesario distinguir entre los dos géneros de arbustos silvestres que reciben el nombre de brezo: callunas y ericas, de la familia de las Ericaceae, así que existen centenares de variedades. Entre las del primer grupo, la más habitual es el brezo común (Calluna vulgaris), propio de los bosques europeos, América y norte de África. Crece en las montañas y florece entre el otoño y el invierno. Sus flores pueden ser rojas, malvas, rosas o blancas. Y, entre las segundas, destaca el brezo rosa (Erica gracilis), que procede de Sudáfrica, aunque se adapta bien a todo tipo de climas.

En ambos casos, los cuidados son similares, porque tanto las callunas como las ericas pueden cultivarse en maceta. Sin embargo, ten en cuenta que son especies de crecimiento lento y perennes.

Frecuencia de riego

El sustrato del brezo debe ser ácido, y la maceta ha de contar con un buen drenaje. El más adecuado es aquel rico en hummus, aunque lo más importante es que mantenga siempre la humedad. Por ese motivo, el riego ha de ser frecuente.

La forma de saber si el brezo necesita agua es tocar la tierra para comprobar si aún está húmedo. Pero recuerda que jamás debes encharcar la planta o crecerán en ella los hongos o se pudrirá. Si te pasas regándola, acabará pereciendo en un par de semanas. De igual modo, las macetas más adecuadas para el brezo son siempre las de plástico, porque retienen la humedad mucho mejor que las de cerámica.


Riego por inmersión

Brezo
Brezo/Foto: Pixabay

Una forma efectiva de regar este tipo de plantas es por inmersión, al igual que se hace con las orquídeas. Revisa cada día para ver cuándo deja de estar seca la tierra antes de volver a regar. El brezo rosa puede soportar mejor períodos de escasez de agua, pero asegúrate de darle siempre el riego que necesita. Además, ten en cuenta que las macetas pequeñas requieren que riegues las plantas más a menudo porque el sustrato retiene menor cantidad de humedad.

Recuerda que las hojas secas son señal de que le falta agua. De igual modo, ten en cuenta que debe ser regado con aguas blandas, puesto que no le sientan nada bien las aguas con cal.

Ubicación y luz

Brezo con nieve
Brezo con nieve/Foto: Unsplash

Coloca tu brezo en un sitio soleado. Necesitará alrededor de ocho horas de luz diarias, así que te recomendamos colocar la maceta en una habitación que reciba mucho sol o junto a una ventana. Los rayos no deben darle de forma directa, y ten especial cuidado en las horas centrales de día que podría quemar sus hojas.

Por otro lado, el brezo soporta muy bien las bajas temperaturas. Así que si quieres tener tu maceta en el balcón, podrá estar perfectamente en invierno en el exterior. Soporta hasta -7 ºC y heladas puntuales, aunque su temperatura ideal ronda entre los 5 ºC y los 14 ºC. No obstante, nunca debes poner la maceta cerca de fuentes de calor como radiadores, calefacciones o aparatos eléctricos, porque tu brezo podría recibir una temperatura excesiva y morir.


Abono y poda del brezo

Brezo en maceta
Brezo en maceta/Foto: Pixabay

Si quieres que tu brezo esté fuerte y florezca en todo su esplendor, puedes echarle abono. Lo más adecuado es abonarlo entre la primavera y el otoño. Para ello elige fertilizantes ecológicos. De igual modo, necesitarás hacerle una poda de eliminación al principio de cada primavera. Así, eliminarás las flores viejas y podrás cortar los brotes que hayan crecido demasiado o en cualquier dirección. Ten en cuenta que pueden llegar a medir entre 30 centímetros y dos metros de altura, según de la especie de que se trate.

Plagas

Las plagas más frecuentes que pueden atacar tu brezo son la araña roja y la cochinilla algodonosa. Retira los insectos si es posible y después utilizar un insecticida específico para librarte de ellos.

Por último, ten en cuenta que el brezo no es una planta muy venenosa, pero no está exenta de toxicidad, por lo que no es comestible. De tal modo, si tienes animales en casa y tu perro o gato la ingiere puede padecer vómitos, diarrea y problemas gastrointestinales. Pon la maceta fuera de su alcance para asegurarte de que no tengan acceso a ella ni que puedan comer ninguna flor u hoja que caigan al suelo.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

1 Comment

  1. Me parece muy triste que en un articulo sobre brezos (Erica sp.), aparezcan principalmente fotos de otra planta, brecina (Calluna vulgaris), que a pesar de que son de la familia, son especies y géneros diferentes. El brezo tiene hojitas pequeñas y la brecina son hojas escuamiformes, con aspecto de ciprés. Las necesidades de la brecina pueden ser más especificas, pero en el caso de los brezos, hay muchísimas especies silvestres y comerciales, con distintos aspectos y necesidades.

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