Los gastos de la vivienda constituyen uno de los quebraderos de cabeza de la economía del hogar. Hemos de tener en cuenta que muchas veces son como un goteo silencioso que va incrementando las facturas sin que nos demos cuenta, ya sea con el agua, la luz, la calefacción o el aire acondicionado.
Así que vamos a contarte cómo gastas más agua de la que deberías, no solo para reducir en parte la factura de este suministro sino también para ahorrar tan preciado bien y contribuir con ello al cuidado de nuestro planeta.
Dejar los grifos abiertos
La primera circunstancia sobre la que vamos a llamar tu atención puede parecer una obviedad, pero es la pura verdad. Gastamos mucha agua por dejar los grifos abiertos cuando no es necesario.
Nos referimos a esos instantes en los que dejas que el agua corra sin utilizarla, ya sea cuando te lavas los dientes o te afeitas, cuando friegas la vajilla o cuando esperas que el agua salga caliente antes de meterte en la ducha.
Solucionar esto es bien fácil. Acostúmbrate a abrir y cerrar el grifo según lo necesites cuando realices alguna de esas actividades. Recuerda que un grifo abierto del todo puede llegar a consumir 12 litros de agua por minuto. Imagínate que desperdicio es el agua sin utilizar por el desagüe y pagarla sin haber hecho uso de ella.
No arreglar los grifos que gotean
Este es uno de esos arreglos del hogar que da pereza hacer. Nos referimos a solucionar el problema del típico grifo que gotea o incluso la cisterna que pierde algo de agua.
De buenas a primeras, puede parecer una pérdida superflua, pero hora tras hora, día tras día, al final del mes, habrás desperdiciado mucha agua y tu factura se incrementará sin explicación aparente. Así que anímate a solucionar esos pequeños problemas y arregla el grifo que gotea si eres un poco manitas, o llama si lo prefieres a un fontanero.
Abrir del todo la llave del paso
Si tienes abierta del todo la llave del paso del agua, consumes más de la que crees. Y es que si la cierras un poco, de una forma que a ti te parecerá imperceptible, en realidad, estarás contribuyendo a que salga con algo menos de presión. Con este sencillo gesto, gastarás menos de la que imaginas sin siquiera darte cuenta y podrás ahorrar más agua.
Poner la lavadora sin llenar el bombo
Si tenemos en cuenta que cada vez que pones la lavadora este electrodoméstico consume por norma general unos 90 litros de agua, resulta lógico que debamos racionalizar y sacar el máximo partido a su uso.
Lo mejor es que llenes de todo el bombo antes de ponerla en funcionamiento, y no la utilices para lavar tan solo un par de prendas de ropa o el conjunto del gimnasio. En todo caso, si por alguna razón necesitas usarla sin la carga completa, utiliza alguno de los programas de media carga que ofrece la lavadora.