Nadie puede negar la importancia de un buen menaje de cocina. Preparar la comida con una u otra sartén puede marcar la diferencia. Pero no siempre es sencillo cuando tenemos que decidir cuál comprar.
En el mercado hay un sinfín de variedades. Encontrarás muchas sartenes preciosas, pero de materiales diversos. ¿Estarás eligiendo la correcta más allá del peso o el precio? Ten en cuenta estas claves para decidir si comprar una sartén de aluminio, hierro o acero inoxidable. ¿Cuál es la que más te conviene?
Qué sartén es mejor
Tamaño de la sartén
Antes de elegir el material de la sartén, hemos de tener claro qué tamaño necesitamos. El diámetro es muy importante. Además, según sea más grande o más pequeña, también variará su precio. La medida general, adecuada casi para cualquier cosa, es la de 24 centímetros.
No obstante, si sois muchos en casa y vas a freír una buena cantidad de patatas o quieres hacer tortillas de gran tamaño, necesitarás una más grande. Incluso si vives solo y únicamente fríes un huevo o te haces una tortilla francesa muy de cuando en cuando, puede que incluso te resulte suficiente con una más pequeña de 20 centímetros.
Peso de la sartén
Una vez tengas decidido el tamaño y vayas a la tienda a comprarla, debes cogerla en la mano. La sartén ha de estar bien equilibrada. No es aconsejable que sea pesada, pero tampoco muy ligera, o resultará inestable. Algo especialmente importante si vas a cocinar con ella tortillas de patatas. Piensa que tendrás que levantarla, así que procura que sea un peso medio que puedas manejar con comodidad.
Sartenes de aluminio
Los materiales con las que están fabricadas dan como resultado distintos tipos de sartén. Las cacerolas y sartenes de aluminio son muy baratas y pesan muy poco, pero también es cierto que no acumulan casi nada de calor, así que no te servirá para cocinar con altas temperaturas. No obstante, una sartén de aluminio es perfecta para ir de camping.
Las elaboradas con aluminio anodizado o forjado sí aguantan más calor y resultan más resistentes. Si solo la quieres para freír unos huevos o preparar un revuelto no tienes problema. Suelen venderse con revestimiento de teflón, es decir, con una capa antiadherente para que no se pegue la comida al fondo durante el cocinado. Según la aleación y el espesor, pesarán más o menos.
Para que la sartén no pierda sus propiedades antiadherentes debes limpiarla con esponja, evitando estropajos y productos abrasivos. Tampoco uses en ellas utensilios metálicos, mejor que sean de madera o de silicona.
Sartenes de acero inoxidable
Una resistente sartén de acero inoxidable aguanta lo que sea. Así que no tienes que ser cuidadoso con ella. Además, almacena muy bien el calor. La principal desventaja es que lo distribuye de manera desigual y no es antiadherente, así que no obtendrás con ella el mejor resultado.
Pero sí tienes mejor opción en la sartén de acero inoxidable con capas de aluminio. Combina las cualidades de ambos materiales. Como resultado, además de ser resistente, acumula y distribuye el calor muy bien. No obstante, tampoco es antiadherente.
Sartenes de hierro fundido
Las típicas sartenes negras y con revestimientos son de hierro fundido. Pesan mucho y tardan aún más en calentarse. Son perfectas para labores como marcar carnes, aunque deberás cuidarla muy bien para que no se deteriore su antiadherente natural. Deberás ser extremadamente cuidadoso al lavarla y al cocinar algunas cosas en ellas. Evita las salsas de tomate y otros alimentos ácidos, porque terminará dañando el revestimiento.
Sartenes de hierro mineral
Otra opción son las sartenes de acero al carbono, que en España se venden como sartenes de hierro mineral. Además de tener buen precio, resultan ligeras y se calientan rápidamente. Pero son delicadas a la hora de cuidar su antiadherencia natural, por lo que nada de cocinar alimentos ácidos ni usar productos de limpieza abrasivos. Es el material más recomendable para los woks.
Sartenes de cobre
Las sartenes y cacerolas de cobre son preciosas. Nadie discute que lucen mucho en una cocina. Además, da gusto cocinar con ellas. Pero su precio es excesivo. Verdad es que el cobre es un conductor fabuloso que distribuye perfectamente el calor. La comida se hará al mismo tiempo por toda su superficie. Los resultados pues son excelentes. Están recubiertas de aluminio, así que son completamente seguras para la salud.
Qué sartén elegir
Como resultado, si no quieres complicarte la vida, en tu cocina no puede faltar una sartén de acero inoxidable con capas de aluminio que te servirá para todo y una antiadherente de acero o aluminio. Una de 20 centímetros y otra de 24 centímetros, o una de 24 y otra de 28 centímetros, son estupendas opciones según el número de personas que seáis en casa. Elígelas en dos tamaños distintos teniendo en cuenta también lo que suelas cocinar, y no tendrás problemas.