Uno de los postres más tradicionales de la gastronomía española es el arroz con leche. Se trata de un plato rico, nutritivo y sencillo de hacer, pero que tiene su truco para que quede con esa textura perfecta que contribuye a que todos quieran repetir.
Para que no se te resista un clásico con el que siempre acertarás si lo sirves en la mesa, te ofrecemos media docena de consejos para preparar arroz con leche y que te salga como a los más prestigiosos chefs. Son más simples de lo que crees y con ellos acertarás seguro para conseguir el postre perfecto.
Elige arroz de calidad
Siempre recordamos que cocinar con unos ingredientes de calidad es lo que marca de buenas a primeras la diferencia entre una y otra receta, tanto más cuando se trata de platos sencillos en los que un ingrediente de poca calidad difícilmente podrás disfrazarlo o disimularlo, por lo que vale la pena invertir un poco más.
Así que lo primero que has de tener en cuenta es que para preparar un arroz con leche espectacular necesitas un buen arroz de grano redondo. La elección de este tipo de arroz frente a otros no es estética ni casual. Y es que el arroz de grano redondo contiene más almidón que otras especialidades alargadas. Además, necesita menos tiempo de cocción. Ambos factores contribuyen a que sea más fácil obtener ese resultado cremoso tan ansiado en un postre como este.
Si te preguntas si tienes que lavar o no los granos, ten en cuenta que puedes lavar el arroz un poco antes de cocinarlo, pero no demasiado, porque podrías quitar todo el almidón y eliminar la propiedad que le hace perfecto para esta receta.
Utiliza leche entera
Precisamente para conseguir un arroz con leche cremoso y con un sabor más intenso, también resulta imprescindible que uses leche entera. Para el caso de que la sustituyas por leche semidesnatada o desnatada, debes saber que no podrás obtener esa cremosidad tan característica de un arroz con leche perfecto porque carecen del aporte de grasa que la receta necesita.
Si te preocupan las calorías por ello, solo tienes que preparar arroz con leche de manera menos frecuente. Vale más que lo degustes menos veces de forma excelente a conformarte con sucedáneos cada dos por tres.
Respeta las proporciones
Las proporciones correctas son uno de los secretos para que cualquier receta de repostería quede perfecta, así que en el caso del arroz con leche no va a ser distinto. Anota como proporción la de 10 partes de leche por cada una de arroz y respétala siempre.
Y recuerda regular el fuego al mínimo para poder alcanzar una cocción homogénea y suave. Si lo llevas a ebullición puede salirse la leche y quemarse el arroz o quedar los granos cocidos de manera desigual. Evita el riesgo.
Utiliza ingredientes aromáticos
Como ingredientes aromáticos, lo más frecuente es utilizar canela y corteza de limón o de naranja. Pero hay que tener en cuenta que estos matices no le gustan a todo el mundo o que hay quien lo prefiere con mayor o menor intensidad. De tal manera, cuando le tengas cogido el punto al arroz con leche, podrás calcular cuál es la medida que tú prefieres para aromatizarlo.
Recuerda que la canela en rama debes añadirla durante la cocción, mientras que la molida debe echarse en el momento de servir y nunca antes.
Por otro lado, si vas a añadir la tira de corteza de limón para aromatizarlo de manera que le de un toque más fresco, has de tener cuidado y retirar la parte blanca, porque esta puede dar amargor al sabor del postre. Otra opción es sustituir la piel o ralladura de limón por una rama de vainilla. Y hay quien combina las dos, solo que añadiendo media rama de vainilla.
Receta de arroz con leche
Con todos estos trucos, te recordamos una de las maneras para preparar la receta de arroz con leche. Necesitas 1 litro de leche, 100 gramos de arroz redondo, 70 gramos de azúcar, 1 rama de canela, 1 corteza de limón, 1 corteza de naranja y canela en polvo.
Pon al fuego en un cazo el arroz, la leche, la rama de canela y las cortezas de naranja y limón. Remueve con suavidad y luego dejar cocinar en torno a 40-45 minutos. Cada 5 minutos vuelve a remover con suavidad para evitar que se pegue. Añade el azúcar cuando veas que ya ha adquirido una textura melosa y deja cocinar entre 5 y 10 minutos más. Espolvorea con canela molida al servir.
Si quieres poner como capa final el tradicional azúcar caramelizado, debes echar el azúcar sobre la parte de arriba y quemarlo luego con un soplete. Después ya podrás espolvorear con la canela al gusto.
