En vez de tirar las toallas a la basura cuando ya están gastadas, rozadas o desteñidas después de haber disfrutado de ellas en la playa durante varios años, tienes la posibilidad de reciclarlas y darles una nueva vida.
Así que antes de arrojarlas al contenedor, lee atentamente las ideas que te traemos hoy para aprovecharlas y reducir tu huella ecológica. Reutiliza tus toallas viejas del verano con estos trucos y dedica un tiempo a una manualidad casera que te deportará satisfacción, utilidad y entretenimiento.
Trapos para limpiar
Comenzamos con la fórmula más conocida para reutilizar las toallas: convertirlas en trapos para limpiar. El material de algodón y su rizo te permitirán utilizarlas para todo tipo de tareas de limpieza en el hogar. Solo tienes que cortarlas con unas buenas tijeras en el tamaño adecuado, y si eres un poco mañoso con la máquina de coser, incluso puedes retocar los bordes o poner una puntilla o un dobladillo.
Antes de tirar la toalla a la basura, prepara una cantidad considerable de trapos y paños de cocina, te permitirán ahorrar y te sacarán de más de un apuro.
Rodilleras
Si eres de los que se pasan mucho tiempo en el jardín o en el huerto, toma nota de este truco para usar una toalla vieja que seguro que te sorprende, si es que no lo conoces. Y es que resultan perfectas para hacer unas rodilleras, que servirán para que trabajes arrodillado en el campo de manera mucho más cómoda, pues te amortiguarán el contacto con el suelo al resultar mullidas. Solo tienes que recortar un par de trozos de la toalla de forma rectangular y sujetarlas con un elástico en la parte posterior de la pierna.
Baberos para bebés
Nada mejor que aprovechar las toallas viejas de la playa para preparar baberos para los recién llegados a la familia. Y es que su material resulta ideal para protegerlos de las salpicaduras de la comida. Corta la forma del babero con la ayuda de una plantilla o de otro babero, ya sea semicircular o rectangular. Luego, deberás preparar un dobladillo para que no se deshilache con una tela vistosa. Si te apetece y quieres personalizarlos más, puedes bordar incluso algún adorno.
Delantales infantiles
Al igual que sucede con los baberos, el gran tamaño de las toallas de playa te permitirá preparar delantales para los niños de la casa. Este es uno de los usos más prácticos y que mayor tranquilidad te darán. Coge la toalla y recorta un agujero en su centro para que al peque le quepa la cabeza. Solo tienes que dejarla caer como si fuera un poncho. Si le queda muy larga, recorta el trozo de tela que sobre. Incluso puedes reutilizar este como un cinturón para que no le quede muy holgada.
Reserva este delantal tan especial cuando se pongan a pintar con ceras, acuarelas o pinturas. Podrán mancharse a gusto y tú estarás más tranquilo.
Aislante para puertas
Si quieres ser previsor para cuando llegue el frío, otro uso que darle a las toallas viejas es convertirlas en burletes aislantes para las puertas. Ese frío que se cuela por debajo de la puerta de una habitación o que provoca que se escape el calor si pones la calefacción en la estancia no será problema si la colocas enroscada como si fuera una salchicha y la pones en su base.
Juguetes para perros
Otra opción estupenda es crear con una toalla vieja algún juguete para mascotas. Corta la toalla en tiras de unos cinco o seis centímetros y luego haz nudos a lo largo de ella, de manera que vaya adoptando la forma de los típicos mordedores para perros. Se convertirá en un juguete con el que tu mascota se lo pasará en grande.
Material de embalaje
Una utilidad que no siempre se tiene en cuenta con las toallas usadas es hacer uso de ellas como material de embalaje. Resultan perfectas para las mudanzas o para empaquetar objetos frágiles. El material grueso con el que está confeccionada servirá para amortiguar los golpes y proteger los artículos de materiales más delicados.
Cama para mascotas
De nuevo las mascotas son los protagonistas del siguiente truco. Y es que puedes coger tu toalla vieja y convertirla en una cama para tu perro o tu gato. Dobla la toalla de playa por la mitad y rellénala con otra toalla usada o con un cojín que ya no uses, y cose el resto del contorno. Tu mascota tendrá un nuevo colchón mullido en el que dormir que también podrás meter sin problemas en la lavadora.
Ten en cuenta que esta idea también te sirve para fabricar un colchón para mascotas con una manta polar vieja o un par de toallas de lavabo, que no deberás doblar, sino poner una sobre otra, coser por tres de los lados, rellenar y terminar de cerrar por uno de ellos. De igual modo, si el colchón o cama que tenía está muy desgastado, puedes prepararle esta funda.Y si lo tuyo no es coser, puedes probar cerrarla con velcro adhesivo o haciendo nudos por los lados. Más sencillo imposible.