La Policía Nacional ha procedido a la identificación de los estudiantes que han cortado el tráfico durante la protesta iniciada a mediodía en al Instituto Luis Vives de Valencia y que se ha trasladado a la comisaría de Zapadores a primera hora de la tarde, han informado a Efe fuentes policiales.

Los agentes han informado a los jóvenes de que van a ser identificados, que si alguno se resiste será detenido, que sus datos serán trasladados a la autoridad judicial y que si vuelven a ser identificados en alguna manifestación serán acusado de desobediencia, según ha podido comprobar EFE.

Las identificaciones han comenzado cuando los jóvenes han intentado iniciar la marcha hacia la Ciudad de la Justicia, tras haber protagonizado una sentada de media hora frente a la comisaría de Zapadores, momento en el que los agentes han acordonado la calle y les han impedido moverse.

Cada cierto tiempo, varios agentes atravesaban el cordón hacia donde estaban los manifestantes y cogían a un grupo, al que trasladaba hacia la comisaría, en cuya puerta registraban sus mochilas y bolsas informándoles de que les iban a identificar.

Alguno de los jóvenes se ha resistido a ser trasladado, y entonces ha sido tirado al suelo y arrastrado por los agentes, lo que ha acrecentado la tensión entre los manifestantes y la Policía, que ha actuado contra los estudiantes.

Los jóvenes mostraban sus manos indicando que ésas eran "sus armas" y coreaban consignas como "libertad, detenidos" o "¿quién nos protege de la Policía?".

Los manifestantes, unos doscientos, han quedado acordonados por los gentes, que impedían salir a cualquiera de ese grupo y que también tenía acordonadas las calles adyacentes para impedir el paso a todo aquel que no acreditara trabajar para un medio de comunicación.

Durante la espera, mientras los agentes salían cada cierto tiempo a por un grupo de jóvenes para ser identificados, los vecinos han lanzado desde los balcones botellas de refrescos y garrafas de agua, gesto que ha sido recibidos entre aplausos.

Entre los manifestantes había varios profesores, que han tratado de organizar a los jóvenes que eran requeridos por la Policía para que, al menos, hubiera algún mayor de edad entre ellos.

Una joven ha sufrido un ataque de ansiedad que ha provocado que sus compañeros reclamaran a gritos una ambulancia.