Este artículo se publicó hace 16 años.
Zidane y Ronaldo, unidos en un partido de caridad en Marruecos
Las estrellas Zinedine Zidane y Ronaldo se encontraron para un partido de estrellas en Marruecos el lunes para luchar contra la pobreza del país, pero cientos de jóvenes se quedaron a las puertas del estadio al no poder pagar las entradas.
Aproximadamente la mitad del estadio estaba vacío porque la multitud de aficionados esperaba bajo la intemperie con la esperanza de ver a sus héroes.
"Es un partido contra la pobreza, pero a nosotros, que somos pobres, ¿no se nos deja entrar?", se preguntaba Majd, un estudiante de 16 años, que reside en un barrio cercano muy pobre. "Suele haber buenos partidos aquí, pero no podemos ir porque cuesta 30 dirhams (unos 2,72 euros) entrar", añadió.
Las entradas para el partido caritativo se vendieron por un precio que oscilaba entre los 50 y los 1.000 dirhams (4,50 euros y 90 euros), y los organizadores dijeron que muchas fueron adquiridas por empresas que luego las donaron a grupos locales para el desarrollo para que las distribuyeran entre los menos favorecidos.
Una ocasión similar recaudó aproximadamente 600.000 euros el año pasado para proyectos como microcréditos para las Islas Comores, un teatro en Río de Janeiro y sistemas de canalización en Sri Lanka.
El partido tenía el objetivo de promover los Objetivos del Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, entre los cuales está erradicar la pobreza y el hambre extremas, conseguir la educación primaria universal y reducir la mortalidad infantil.
"No olvidamos de dónde venimos, y estamos unidos por una buena causa", dijo el ex internacional francés Zinedine Zidane, que creció en un barrio pobre en Marsella.
El representante local del programa de desarrollo de la ONU Mourad Wahda dijo que Marruecos había sido elegido por el progreso llevado a cabo en materia de desarrollo humano.
El reino norteafricano está luchando por crear suficiente empleo para una generación creciente de jóvenes, pero la pobreza y el analfabetismo son perennes en sus ciudades y pueblos.
El desarrollo económico de Marruecos está enfocado en las ciudades costeras como Tánger, Rabat y Casablanca, mientras que Fez ha luchado por recuperar su glorioso pasado.
"Hay muchos ciudadanos que han encontrado una nueva casa en nuestra ciudad a lo largo de los años, pero desgraciadamente la industria está fallando y muchas empresas han cerrado en estos últimos años.", afirmó el profesor local Driss Mansouri.
El Gobierno ha creado un nuevo centro industrial cerca de la ciudad para crear más empleo.
"Bienvenidos, amigos de Zidane", se podía leer en un rótulo iluminado en la recién renovada calle principal de la ciudad.
Lejos, en uno de los barrios más pobres, un grupo de chavales jugaban a la pelota en una tranquila calle lateral.
La mayoría soñaban con convertirse en una estrella del fútbol como Zidane, un símbolo de éxito en Argelia, su país de origen.
Uno de los chicos, Abdelmajid Fedal, explicó que su familia había vivido en Fez desde que su abuelo había tenido que emigrar de Ouarzazate por falta de medios.
Cuando no está en el colegio, Abdelmajid pasa el tiempo jugando al fútbol.
"Necesitamos nuestro campo local para poder mejorar, pero esa no es tarea de Zidane sino de nuestro alcalde", dijo el adolescente.
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