Zapatero responde a Rajoy: "La salida de la crisis será social o no será"
"La solución a los problemas económicos vendrá de la mano de la solidaridad y la cohesión social, liderada por el PSOE", ha dicho
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Con ya más de cuatro millones de parados cuando la crisis aún no ha tocado fondo, evitar el riesgo de que la situación económica derive en "una fractura social" se ha convertido en un objetivo prioritario para al Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero alegó ayer este peligro para defender que el gasto público debe apurarse hasta "el límite de nuestras posibilidades". Por eso y porque, con la parálisis de la inversión privada, aceptar el recorte que reclama la derecha implicaría "parar el país".
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Si Zapatero y Rajoy llevan tiempo transitando por vías paralelas que no parecen encontrar otro punto de intersección que Euskadi, las elecciones europeas del 7 de junio los ha enrocado en un diálogo de sordos, a pesar de que, como reconoció el líder socialista, "los españoles nos quieren ver trabajar juntos y sumar esfuerzos".
"Por mí no va a faltar", afirmó el presidente del Gobierno durante la presentación de la candidatura del PSOE para las elecciones europeas, que supone el arranque oficial de la precampaña. Pero, como había dicho el día anterior, sus planteamientos resultan incompatibles con los de la derecha. Si Rajoy asegura que no hay "solución socialista" a la crisis, para Zapatero "el camino para transitar la crisis, y su salida, será social o no será".
"No voy a aceptar ningún chantaje de nadie, ni para abaratar el despido ni para recortar el gasto social, y tampoco los cínicos cantos de sirena que piden reducir el gasto público", reiteró Zapatero, quien prometió que "con crisis o sin crisis, seguiremos subiendo las pensiones, el salario mínimo y las becas".
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El líder socialista mostró especial interés en transmitir la idea de que los parados no son para él cifras, sino "personas" cuyo "horizonte vital" sufre severamente por esa situación. "Sé muy bien lo que representa", aseguró.
El presidente dijo estar "muy pendiente" y "muy encima" de la situación de la fábrica vehículos industriales Iveco, que ha anunciado un expediente de regulación de empleo para suprimir 1.000 empleos.
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Zapatero acusó a la derecha de utilizar "groseramente" la crisis y de actuar "con hipocresía", y lo hizo de nuevo evocando su actitud ante el proceso de paz con ETA como prueba de que "nunca van a arrimar el hombro". Ironizó que "después de escuchar a Aznar "conmigo no se hubiera producido esta crisis", tenemos fácil la humildad".
Reclamó al Partido Popular que frene su "ansiedad en la crítica" y demuestre más confianza en la fortaleza de España, que "ha ganado batallas más duras". Pero no ocultó que "una crisis fraguada durante años no se va a resolver en tres meses".
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