Zapatero cumplirá el Estatut garantizando la solidaridad

Legislatura nueva, nueva polémica. El estreno de Zapatero, ayer, en una sesión de control marcó en el Congreso el que promete ser uno de los temas que centrará el debate parlamentario en los próximos meses. Tanto el líder de la oposición, Mariano Rajoy, como el portavoz de ERC, Joan Ridao, plantearon a Zapatero la inminente reforma de la financiación autonómica.

Ridao fue directo. Le preguntó al presidente por su negociado: Catalunya. Zapatero, también. Le contestó que piensa cumplir todo: El Estatuto de Autonomía de Catalunya, laLey Orgánica de financiación de las Comunidades Autónomas y en definitiva, todo el ordenamiento jurídico que regula el modelo de financiación. Sin embargo reservó para el Estado dos condiciones: Suficiencia financiera para cumplir sus obligaciones constitucionales y mantener vivo el principio de solidaridad. Todo ello no evitará, dijo Zapatero, que las comunidades consigan su propia suficiencia.

No era la única preocupación de Ridao. El líder de ERC reclamó al presidente que, tal y como marca el Estatut de Catalunya, la negociación se haga de forma bilateral, sin perjucio de que luego pueda extenderse a otras autonomías.

Esta vez Zapatero fue menos claro. El jefe del Ejecutivo aseguró que las negociaciones van a dar lugar a un número elevado de reuniones bilaterales y multilaterales del Ejecutivo y las autonomías. En los pasillos, un alto dirigente socialista echaba algo de luz a la frase: Al final, todo acuerdo es bilateral. Lo firma cada comunidad con el Estado. El modelo, en cambio, se analizaráde forma global.

Rajoy dio alguna vuelta más. El jefe de la oposición había prometido hacer su primera pregunta sobre el problema del agua. Y sobre ella la hizo, pero en seguida derivó hacia la a financiación. Recriminó a Zapatero que se reuniera anoche sólo con los presidente autonómicos socialistas para alcanzar un primer acuerdo. Rajoy aprovechó, en su crítica, la visita el martes del lehendakari a Moncloa. Parece que hay que plantearle a usted un plan soberanista o ser de su partido para ser recibido, le dijo.

Inmediatamente, Zapatero le contestó. No sólo ha sido el presidente que más se ha reunido en una legislatura con presidentes de uno y otro color, en 64 ocasiones, sino que el próximo encuentro será con uno conservador, el de Castilla y León.

Rajoy seguía en sus trece. Los de otros partidos no son de peor condición y los ciudadanos de esas comunidades no son de peor condición, le espetó al presidente. Éste volvió a un tono conciliador. Seguro que entiende, respondió, que busque un primer consenso enlas propias filas.