Xaime Quessada recibe sepultura en O Carballino bajo el Adagio Albinioni

Cientos de amigos, allegados y familiares, entre los que se encontraba su viuda, María Jesús Blanco, asistieron hoy al sepelio del pintor Xaime Quessada que se celebró en el camposanto de Sadurnín, en O Carballiño, en donde recibió sepultura bajo los sones del Adagio Albinioni.

El féretro llegó al cementerio carballinés poco después de las 17:00 horas y varios amigos, entre ellos el diputado del PPdeG Miguel Santalices y el escultor Acisclo Manzano, transportaron el féretro hasta el panteón en el que hace poco más de un año fue sepultado Xaime Quesada Blanco, hijo del artista fallecido ayer.

La entrada al cementerio estuvo acompañada con los acordes del "Adagio Albinoni, interpretado por un trío de órgano, violín y flauta y de otros temas clásicos que siguieron en el momento de dar sepultura al féretro.

Un sobrino del pintor tomó la palabra para recordarle como el "tío pin", síntesis de "tío pinceles", dado que era como le llamaban porque siempre les daba ese útil de pintura para entretenerlos cuando acudían a su casa.

También señaló que debido a que exploraba más allá de la realidad y de que siempre decía que era inmortal, en sus últimos días se negó a recibir visitas para que nadie le viese.

La viuda del artista, la arquitecta María Jesús Blanco estuvo acompañada por los hermanos de Xaime Quessada y por los conselleiros de Cultura, Anxela Bugallo; de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, y de Medio Ambiente, Manuel Vázquez.