Wang Qisan, la cara amable de Pekín (y además sabe de esto)

El viceprimer ministro Wang Qishan, uno de los 100 personajes más poderosos del mundo del año 2009, según el ranking de la revista Time, ha sido una de las figuras más destacadas a la hora de dar China un mayor papel en el panorama económico mundial antes y después de la crisis.

"Es el hombre al que acuden los dirigentes chinos para entender el funcionamiento de los mercados y la economía global", escribió el ex secretario del Tesoro de EEUU, Herny M. Paulson, en un perfil de Wang para Time.

Defensor de la liberalización del comercio y de la necesidad de cooperar con EEUU para estabilizar los mercados financieros y asegurar el crecimiento económico de ambas potencias, Wang, de 60 años, se ocupa de la política financiera y económica china y se ha convertido en "la cara amiga" de su país a la hora de defender sus intereses en el extranjero.

Bajo la supervisión del primer ministro, Wen Jiabao, Wang ha estado presente en las últimas cumbres internacionales y ha hecho frente a las tensiones con EEUU, que durante los últimos años ha acusado a Pekín de forzar a la baja el precio del reminbi para hacer más competitivas las exportaciones chinas, disparando el déficit comercial estadounidense. También se ha ocupado de la coordinación en políticas de seguridad alimentaria, y de los recientes temores por un posible aumento del proteccionismo por parte de los países en recesión, en especial, de la UE.

"Es un patriota chino, pero entiende a EEUU y sabe que ambos países pueden beneficiarse mutuamente de su éxito económico", escribió Paulson. Su sucesor, el actual secretario del Tesoro de la Administración Obama, Timothy Geithner, parece haber llegado a la misma conclusión tras el encuentro bilateral mantenido con Wang a finales de julio en Washington, donde ambas potencias se han comprometido a cooperar para dar salida a la crisis global.

Antes de llegar a viceprimer ministro, Wang fue gobernador del Peoples Construction Bank, una de las principales instituciones financieras estatales de China, y en 1998 estuvo al frente del Plan de Reestructuración Económica nacional. En 2003 fue nombrado alcalde de Pekín y presidente del comité de los Juegos Olímpicos.