Este artículo se publicó hace 2 años.
La viuda del sargento Gallart, muerto en accidente de paracaídas, logra que la Justicia militar investigue el caso
El juez togado ve indicios de delito en la muerte del militar, que perdió la vida al caer al mar en un ejercicio de salto paracaidista en Cartagena. Las condiciones meteorológicas eran adversas. Dos mandos pasan a ser de testigos a imputados.
Madrid-Actualizado a
La Justicia militar ve indicios de delito en el caso del sargento del Ejército de Tierra Rafael Gallart Martínez, natural de Hellín (Albacete), quien con 34 años murió en accidente de paracaídas en aguas de Cartagena (Murcia) el pasado 10 de junio. Ha tenido que ser su viuda, que dio a luz en diciembre a su hija, quien presionase para que se realizara una investigación más profunda con el fin de señalar a los presuntos responsables. Ahora serán investigados.
Se trata del capitán J. G. M. y el sargento primero J. M. D. M., quienes han sido citados como investigados para comparecer ante el Juzgado Togado Militar Territorial número 14 el próximo 13 de abril. No como meros testigos, que era su condición hasta hace pocos días, sino como imputados.
Ello significa que deberán acudir a declarar con un abogado ya que el juez aprecia indicios de un delito contra la eficacia del servicio con resultado de muerte, que el Código Penal Militar castiga con hasta seis meses de prisión.
Este giro de los acontecimientos ha podido tener lugar gracias al tesón de su viuda, que en el momento de la muerte de Gallardo se encontraba embarazada de su hija. Dio a luz el pasado diciembre, casi seis meses de la muerte del padre de la niña póstuma.
Según su abogado, el letrado Antonio Suárez-Valdés, "el ejercicio paracaidista debió haberse suspendido dadas las condiciones climatológicas adversas, coincidiendo con el juez militar en que resulta notoria la existencia de conductas presuntamente negligentes por parte de los organizadores y directores del mismo".
Posible negligencia
De hecho, el auto ahonda en las circunstancias de la trágica muerte del teniente Gallart. "Las condiciones meteorológicas existentes (velocidad del viento y oleaje) en la zona de lanzamiento no permitían la realización del salto paracaidista", se recoge en el texto, que cita al informe meteorológico emitido por el patrullero Infanta Cristina, que se encontraba en la zona del siniestro.
"Entre las 10.00 y las 11.00 horas de la mañana se registran rachas de viento de entre 20 y 25 nudos", dice el informe, mientras que el auto judicial recuerda que "la velocidad de viento máximo permitido para realizar el salto" es "14 nudos".
Gallart cayó al mar vivo, según las declaraciones de los tripulantes de la embarcación que le prestó auxilio en primer lugar, un sargento y un cabo a bordo de una embarcación de recogida (la normativa exige que ésta tenga un patrón y al menos dos tripulantes), "el accidentado [...] agitaba los brazos] en el mar, incapaz de deshacerse del paracaídas.
Cuando lograron rescatar al paracaidista "se encontraba totalmente inconsciente y echando espuma por la boca". Pese a las maniobras de reanimación, no se pudo hacer nada por salvar su vida.
El auto incide en que "las circunstancias apuntan a la posible existencia de un comportamiento negligente en cuanto a la previsión, organización dirección y supervisión del desarrollo del salto paracaidista en cuestión", y por ello el juez abre diligencias para depurar las responsabilidades de los mandos militares que participaron en esas maniobras. Es decir, cita como posibles responsables al capitán J. G. M. y el sargento primero J. M. D. M., mientras que cita, en calidad de testigos, al capitán G. y al sargento primero C. para tomarles declaración al día siguiente, esto es, el 14 de abril.
"Desamparo"
A juicio del letrado de la viuda del fallecido, "es muy triste que en el ámbito del Ministerio de Defensa haya que poner muertos encima de la mesa para se normalicen las condiciones de seguridad". asimismo, apunta que "la ministra de Defensa, Margarita Robles, debe cumplir con su palabra y dar una solución a la precaria situación en la que se encuentran tanto la viuda como la hija del sargento, recién nacida el mes pasado y que se han quedado en situación de total desamparo".
Gallart había ingresado en el ejército en 2008 y ascendió a sargento en julio de 2020 después de ingresar en la Academia General Básica de Suboficiales, tras lo que fue destinado al tercio Alejandro Farnesio cuarto de la Legión en Ronda (Málaga). Cabe recordar que el militar había participado en misiones en Afganistán, República Centroafricana y Senegal y tenía una Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco.
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