Este artículo se publicó hace 17 años.
El verano 2008 será corto y largo, transparente y opaco, brillante y gráfico
París 7 oct (EFE).- El verano de 2008 se anuncia corto, muy corto, gráfico, brillante, transparente, voluminoso y escueto a la vez, según los modistos internacionales del Prêt-à-Porter de París, que hoy terminan de presentar su visión de lo que puede ser la próxima temporada estival.
La marcada tendencia al corto, lo brillante y lo transparente, desarrollada en minifaldas y minivestidos, mini-shorts y minipantalones-bombacho, no impedirá el verano que viene que todo tipo de textura opaca pueda triunfar.
Igualmente dominarán la indumentaria femenina los largos más variados, desde aquellos que se detendrán justo sobre las rodillas, a los que la ocultarán y bajarán hasta la media pantorrilla o hasta los tobillos.
Entonces, generalmente, será porque la ocasión se presta a la celebración o la gala.
Un buen momento para que las materias primas empleadas no sean sólo doradas, plateadas, satinadas o brillantes, sino entera o parcialmente bordadas, como puras joyas, amazónicas, por ejemplo, con Kenzo.
Los numerosos creadores de bordados procedentes de Suiza, Italia o Francia que tomaron posiciones ante las más grandes pasarelas de París, para contemplar el resultado final de sus propios diseños e inspirar sus futuras temporadas, dan buena cuenta de ello.
El sector atraviesa una excelente forma, no sólo por su dedicación inherente a la alta costura, sino también por su creciente papel en el Prêt-à-Porter de lujo, como pudo verse en los desfiles de Christian Dior, Elie Saab y por supuesto Chanel.
En cuanto al pantalón, sus formas dominantes estos días sobre la pasarela se adaptaron a todos los gustos, pues a menudo fueron anchos y más entallados en la cintura que en temporadas pasadas.
Al mismo tiempo persistieron con brío los pantalones pitillo, los 'legins', los de corte pseudomilitar de equitación y los transparentes, magistralmente empleados estos por Karl Lagerfeld, sobre escuetas faldas de un pequeño volante.
El pantalón de talle bajo no desapareció, sin embargo por completo, mientras tomaron fuerza los bermudas, elegantísimos hoy con Vanessa Bruno, que los combinó con vaporosas blusas de tul semitransparente beige, amarillo limón o rosa.
El short fue junto con las faldas y túnicas asimétricas, casi siempre cortas, otra de las características del desfile de esta creadora que alcanzó rotunda fama por sus bolsos bordados levemente con lentejuelas, pese a lo que hoy bolsos hubo muy pocos sobre la pasarela.
En el terreno del color fueron estos días múltiples los usos y abusos de los más vivos y los más puros, del verde esmeralda al rojo más resplandeciente, el oro mostaza y el azul turquesa o el ciruela, sin olvidar el negro y el blanco, solos o combinados entre sí, siempre imprescindibles.
En su exquisito desfile, Sonia Rykiel, defendió con ahínco los colores primarios, incluido en naranja, así como una cierta intemporalidad, en abierta contradicción con la obligada presentación de dos colecciones cada año.
Cuando los conjuntos no sean monocolores, tendencia muy marcada en múltiples creadores, los estampados serán gráficos.
Ésta es una casi constante inevitable para el verano 2008.
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