Venezuela anunció el martes que había capturado a efectivos de seguridad colombianos en labores de espionaje y con planes de desestabilizar el Gobierno del presidente Hugo Chávez, en un incidente que eleva las tensiones en medio de las deterioradas relaciones entre los dos países.

El Ministerio de Exteriores venezolano protestó el lunes por la "reiterada presencia" de agentes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en territorio de ese país, que según dijo estaban espiando e intentando hacer sobornos.

El Gobierno de Venezuela pidió a Colombia un cese inmediato de esas prácticas, que calificó de "inamistosas".

El vicecanciller venezolano para América Latina y el Caribe, Francisco Arias Cárdenas, insistió el martes en la denuncia y afirmó que había habido capturas, sin precisar detalles.

"No se distraiga lo que significa para nosotros una situación tan seria y tan grave como la captura de elementos de seguridad del DAS colombiano haciendo y realizando acciones de espionaje y con planes (...) de desestabilización contra nuestro Gobierno", dijo Arias en una rueda de prensa.

El responsable sostuvo que las autoridades venezolanas habían hecho detenciones y allanamientos y que en las próximas horas serían presentadas pruebas que sustentaban la protesta.

La Central de Inteligencia de Colombia negó que agentes de ese organismo de seguridad estuvieran realizando labores de espionaje en Venezuela para desestabilizar el Gobierno de Chávez.

"No se ha impartido instrucción alguna para que funcionarios del DAS se desplacen a territorio venezolano. Tal como lo establece una directiva interna, los funcionarios tienen expresa prohibición de desplazarse a territorio de ese país, cualquiera sea el propósito", dijo un comunicado de ese organismo de seguridad.

COLOMBIA INSISTE EN INVESTIGACION

La Central de Inteligencia de Colombia recordó que uno de sus agentes está detenido desde finales de septiembre, cuando se encontraba en la ciudad venezolana de Maracaibo, atendiendo una invitación de un funcionario del Servicio Administrativo de Identificación y Migración (SAIME).

Las tensiones entre Caracas y Bogotá se reactivaron el fin de semana después del asesinato de ocho colombianos a manos de un grupo armado en Venezuela, un ataque que el Gobierno de Caracas ha dicho que lamenta y está investigando.

El jefe de la diplomacia colombiana, Jaime Bermúdez, insistió en que lo esencial es esclarecer la masacre y se abstuvo de referirse a las acusaciones de espionaje.

"El mundo entero confía en que Venezuela asuma la investigación con responsabilidad, prontitud y con claridad ante la opinión pública", declaró el ministro a periodistas en Bogotá.

Arias dijo que las denuncias contra el DAS no tenían nada que ver con ese suceso.

Antes de que se conociera la masacre, el ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, denunció que la mayoría de vuelos del narcotráfico con destino a Estados Unidos salían de Venezuela, lo que provocó que Chávez lo llamara "retardado mental".

La matanza se produjo en un momento en el que las relaciones diplomáticas y comerciales binacionales atraviesan una crisis por la oposición de Chávez a la decisión de su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, de permitir a Estados Unidos el uso de siete bases militares en su país.