Este artículo se publicó hace 15 años.
Los vecinos se movilizan contra el minivaticano
Asociaciones laicas y ciudadanas organizan una campaña de acciones dirigida a frenar el complejo urbanístico-eclesiástico en terrenos de uso público cedidos a Rouco por Gallardón
"Rouco y Gallardón, la misma cosa son: quieren recatolizar España de nuevo y hacer visible a la Iglesia en cualquier lugar". El teólogo Juan José Tamayo bien podría alzarse como portavoz del movimiento vecinal contrario a la construcción del llamado minivaticano de Madrid, aunque últimamente no falten a los vecinos voces de apoyo. La ciudadanía tendrá ocasión de hacerse oír cuando arranque la nueva fase de movilizaciones y acciones de protesta contra el complejo religioso-urbanístico en terreno público que el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, cedió de forma definitiva el pasado viernes al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela.
A falta de los permisos convenientes, la resistencia vecinal pretende emprender una oleada de concentraciones pacíficas regulares que desemboquen poco antes de Semana Santa en una gran manifestación que llegue hasta la Catedral de la Almudena.
"Agotada la fase política, el último recurso es frenar la obra en las calles""El proceso político y el proceso administrativo están amortizados", admite resignado Ángel Lara, concejal de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Madrid. "Es el momento de tomar las calles para frenar el comienzo de las obras", desafía. Lara se encomienda, pues, a la movilización ciudadana: "Hay que sacar a todos los madrileños a las calles frente a este atropello; nosotros estaremos con ellos, como lo hemos estado a lo largo de los últimos 12 años".
El concejal y vecino del barrio cree que todavía se puede producir un milagro. "Le rogaremos a Dios para que la resolución de los tribunales llegue antes que el inicio de las obras", dice en referencia al recurso contencioso-administrativo que los vecinos han interpuesto contra el proyecto.
La Asociación de Amigos del Parque de la Cornisa y Vistillas cuenta con innumerables adhesiones a su plataforma ciudadana desde que se aprobara el plan definitivo del minivaticano. Los partidos de la oposición en Madrid, IU y PSOE, se sumarán a unas movilizaciones que ya están respaldadas por asociaciones laicas, movimientos de católicos de base, asociaciones de padres de alumnos de los centros educativos de la zona, agrupaciones de hosteleros... "No puede faltar nadie, porque a todos nos afecta que se cubra de hormigón y ladrillo nuestro patrimonio histórico", reivindica uno de los portavoces de los vecinos, David Jiménez. Y afirma que permitir esta "catástrofe" es como "derribar la Puerta de Alcalá para construir la Ciudad Deportiva del Real Madrid".
"Gallardón es un político católico que gobierna al dictado de la Iglesia""Gallardón es un político católico que gobierna confesionalmente, al dictado de la Iglesia", denuncia Tamayo. "Muestra un desprecio absoluto por el pueblo desde sus posiciones de ultra, ya que sólo tiene interés por atender a los privilegios de la jerarquía católica", sentencia el teólogo.
"Rouco debería dar testimonio de generosidad y sólo demuestra intereses mundanos; Gallardón debería escuchar a los ciudadanos y ni se ha reunido con ellos", asegura Victorino Mayoral, presidente de la fundación laica Cives, justificando su apoyo a los vecinos.
Cada cual aportará su grano de arena en las protestas que se desarrollarán en el corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores, famosa por llevar a la capital la campaña de autobuses ateos, pondrá a disposición de los vecinos esta misma plataforma para sus reivindicaciones. Según su presidente, Luis Vega, harán lo que esté en su mano para "impedir que, una vez más, se pongan los bienes públicos al servicio de los intereses particulares de una empresa privada: la Iglesia".
Las principales quejas de los movilizados1 Gallardón no les escucha. Los vecinos reprochan al alcalde Ruiz-Gallardón que nunca les haya recibido para escuchar sus quejas o estudiar los planes alternativos que sugirieron para minimizar el impacto de la remodelación.
2 Trato de favor a la iglesia. Aseguran que con este proyecto, se favorecen los intereses privados de la Diócesis de Madrid.
3 Deterioro de la zona. Los vecinos reprochan al Consistorio que haya abandonado a propósito el cuidado la zona para justificar su plan de cesión.
4 Obras con o sin dinero. El colectivo prevé que sólo se construirán las obras que cuentan con presupuesto, es decir, las de la Iglesia, pero no las de uso público.
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