Este artículo se publicó hace 15 años.
Varios atentados causan más de 30 muertos en Irak
Dos atentados suicidas causaron el miércoles la muerte de al menos 24 personas y dejaron más de 100 heridos en el centro árabe suní de Irak, mientras que una bomba junto a una carretera provocó la muerte de siete peregrinos en un importante festival religioso chií.
Las fuerzas estadounidenses transportaron a Qasim Mohamed, gobernador suní de la provincia de Anbar, a la capital, Bagdad, para recibir tratamiento médico tras un ataque aparentemente dirigido contra él y a otros altos cargos provinciales.
El canal de televisión estatal Al Iraqiya informó previamente de que Mohamed había muerto en los ataques cerca de los cuarteles centrales del Gobierno provincial en Ramadi, capital de Anbar.
Fuentes médicas y policiales dijeron que Sadun Jraibit, miembro del consejo provincial, y el subcomandante de policía también resultaron heridos en las explosiones.
Otra bomba que estalló junto a una carretera causó la muerte de siete peregrinos que regresaban de un importante festival religioso musulmán chií, dijo la policía. Al menos otros 25 peregrinos resultaron heridos por el ataque en Jalis, 80 kilómetros al norte de Bagdad.
Los ataques subrayan la tenacidad de la insurgencia pese a una profunda caída de la violencia general. Irak está atravesando un período delicado antes de las elecciones generales programadas para marzo y mientras las fuerzas estadounidenses se preparan para detener las operaciones de combate el año próximo.
La policía en Ramadi dijo que los atentados ocurrieron en rápida sucesión en el centro de la ciudad, a 100 kilómetros al oeste de Bagdad. Muchos de los heridos eran de las fuerzas de seguridad iraquíes.
El coronel de la policía Jabar Ajaj dijo que la primera explosión, en la que un suicida hizo detonar explosivos en un vehículo, fue seguida poco después por un segundo ataque suicida, en este caso a cargo de un individuo a pie.
La primera explosión ocurrió cerca del convoy del gobernador, cuando éste se dirigía a trabajar, dijo la policía. Mohamed salió de sus oficinas para inspeccionar lo ocurrido y en ese momento se produjo el segundo atentado.
Uno de los atacantes era un hombre que trabajaba como guardia de seguridad para el gobernador, informó Iraqiya.
Los ataques de Anbar sucedieron después de una serie de explosiones masivas en Bagdad, que el primer ministro chií Nuri al Maliki atribuyó a Al Qaeda y el partido Baaz de Sadam.
"Al Qaeda y otros grupos están intentando desestabilizar la seguridad en la provincia antes de las elecciones. A menos que la policía haga bien su trabajo, este tipo de desafíos van a crecer aún más", dijo el presidente del consejo de Anbar, Jasim Mohamed.
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