El actor Luis Varela ha defendido hoy la calidad del trabajo de los actores de doblaje españoles, y consideró que dobladores como Ramón Langa o Constantino Romero le han hecho "grandes trabajos" a actores estadounidenses como Clint Eastwood o Kevin Costner.

En declaraciones a Efe en Islantilla (Huelva), donde hoy recibe el homenaje del IX Festival de Islantilla de Cine y Televisión, Varela ha entendido que España "es un ejemplo del doblaje en el mundo entero", aunque ha admitido que "hay gente que prefiere oír la versión original y las voces de los actores".

"De todas formas, para eso hay que conocer muy bien el idioma, y si hablamos de los subtítulos, soy mayor y veo poco, y si quiero leer casi nunca llego al final del renglón que ponen,y mientras leo no veo la cara del actor, que a mí es lo que me interesa".

Ha recordado que ha puesto voz a multitud de actores en series como 'Vacaciones en el mar", 'La casa de la pradera' o 'Apartamento para tres', hasta el punto de que en películas como 'Supermán' (1978) dobló un personaje que admitió que no recordaba, "pero es que han sido tantas cosas que es imposible".

Varela se ha referido además al éxito de su personaje de Gregorio Antúnez en la serie de Telecinco 'Cámera Café', y ha señalado que el programa triunfa, ya en su cuarta temporada, "por la sencillez del formato y sus estupendos guiones, porque cuenta las cosas que le pueden pasar a cualquiera, y tiene unos guionistas tan buenos que te pueden hacer una historia del hecho de que un actor llegue por la mañana y diga que se ha tropezado con los cordones de los zapatos".

Luis Varela ha sido una voz y un rostro conocidos desde la inauguración de Televisión española, en 1956, en la que participó en diferentes espacios dramáticos, aunque la popularidad le llega a partir de 1962, de la mano de Fernando García de la Vega, con el programa 'Escala en hi-fi'.

Inició entonces una larga trayectoria en la pequeña pantalla, con decenas de personajes interpretados en 'Estudio 1' o 'Novela'.

Además ha protagonizado series infantiles, como 'Hoy también es fiesta' (1972-1973) o 'La cometa naranja' (1974), e interpretó el papel de Luciano, en la serie 'Manos a la obra', en la cual ejercía de agente inmobiliario corrupto que ponía en situación comprometida a los protagonistas, aprovechándose de su bondad e inocencia.