Vara acusa al PP de no asumir su culpa por la crisis

En la semana decisiva de las elecciones del 22 de mayo, el fantasma del cambio político llega a Extremadura. El presidente de esta comunidad y candidato socialista a la reelección, Guillermo Fernández Vara, insiste, sin embargo, en que la amenaza de que el PP llegue a la Presidencia de la Junta por primera vez en 28 años es, precisamente, sólo un fantasma. Ayer, Vara contraatacó la habitual acusación del PP de responsabilizar a los dirigentes socialistas de la crisis. Recriminó a los líderes conservadores por echar balones fuera respecto a la actual situación económica. En un mitin en Miajadas (Cáceres), Vara lamentó que los presidentes autonómicos del PP no asuman su "responsabilidad" por la situación económica.

El presidente extremeño trató de dar ejemplo. "Asumo mi parte de responsabilidad porque se ha producido una importante destrucción de empleo; yo no me escondo; para ser parte de la solución tienes que ser parte del problema", argumentó Vara, quien se lamentó de que toda la culpa recaiga sobre los presidentes socialistas y no sobre sus homólogos conservadores, como Esperanza Aguirre y Francisco Camps.

Gallardón se 'ofrece' a entrar en un Gobierno de Rajoy si este gana en 2012

Al mismo tiempo, el candidato del PP en Extremadura, José Antonio Monago, sigue sin presentar su declaración de la renta en el Parlamento regional, tal y como exige el reglamento de la Cámara a sus diputados. Por este motivo, Vara le acusó de actuar fuera de la ley: "No le puedes decir a los ciudadanos que tienen que cumplir las leyes y las que a ti te tocan no las cumples; es un problema de ética pública. Tú no puedes decir la parte ancha del embudo para mí y la estrecha para los demás', ¡con qué cara!", denunció.

El PP extremeño recurrió al símil deportivo para explicar cómo afronta la última semana de campaña. La "carrera" electoral se decidirá "como en el Tour, en la última contrarreloj y al sprint", aseguró ayer el portavoz de esta formación, Luis Alfonso Hernández Carrón, quien también ha incumplido el reglamento del Parlamento regional al negarse a hacer pública su renta.

Tanto el candidato del PP, Monago, como su portavoz, Hernández Carrón, se niegan a publicar su patrimonio, pese a que el plazo legal terminó en agosto. El PP extremeño justifica su negativa en que sus datos fiscales pueden "ser utilizados con fines electoralistas".

La renuncia del alcalde dejaría Madrid en manos de Ana Botella

MadridGallardón defiende "la alternancia política"

Jornada festiva en Madrid. Los candidatos madrileños se jugaron ayer por la mañana una de sus últimas bazas antes del 22-M en la pradera de San Isidro. El alcalde de Madrid, Ruiz-Gallardón, dio la sorpresa. Dejó la puerta abierta a que podría formar parte del Gobierno en caso de que Mariano Rajoy gane las generales de 2012. "Que vuelva el año que viene", le deseó una mujer, a lo que Gallardón respondió: "Seguro que volveré, no sé en calidad de qué, pero seguro que volveré". Si Gallardón revalida su triunfo el 22-M y se cumple esta predicción, Ana Botella, número dos del ayuntamiento y esposa del expresidente José María Aznar, se convertiría en alcaldesa de la capital de España.

Patxi López advierte de que "la derecha quiere reducir derechos sociales"

Horas más tarde, llegaron el resto de candidatos. Buscaban la cercanía con los ciudadanos. Y lo consiguieron: a partir de las 11 de la mañana no cabía ni un alfiler. El tiempo acompañaba. Aunque compartieron el mismo escenario, el tradicional punto de encuentro de los madrileños cada 15 de mayo, los partidos siguieron estrategias diferentes. No faltó nada: desde las tradicionales rosquillas hasta los rezos y peticiones a San Isidro, el patrón de Madrid. Este año, los candidatos coincidieron en pedirle al santo el mismo deseo: "Empleo para Madrid". Incluso el candidato de IU a la Alcaldía, Ángel Pérez, formuló su petición: "Que el santo ayude al Gobierno de Zapatero a encontrar brotes verdes".

Hubo hasta quien se vistió de chulapa, el traje tradicional de Madrid. La presidenta, Esperanza Aguirre, apareció a mediodía, en pleno bullicio, recibida por un grupo de seguidores a ritmo de zarzuela.

El PSM prefirió mostrar unidad. El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y el candidato a la Alcaldía de la capital, Jaime Lissavetzky, hicieron el recorrido juntos. Para Lissavetzky, que mostró su afición por las rosquillas, este San Isidro es el primero que festeja como candidato al ayuntamiento.

El PP andaluz ha sorteado los charcos que movilizan el voto de la izquierda

La pradera no fue el único escenario político del día. Alejados del bullicio, en un acto más protocolario que festivo, los expresidentes Felipe González y José María Aznar se reencontraron ayer al recibir las medallas de Oro de Madrid en el Palacio de Telecomunicaciones de Cibeles, sede del ayuntamiento. No coincidían en un acto público desde hace tres años, cuando se vieron en el funeral del también expresidente Leopoldo Calvo Sotelo.

La percha política la protagonizó nuevamente el alcalde Gallardón, que acudió al acto al finalizar su visita a la pradera. Durante su intervención, el alcalde jugó de nuevo al despiste. Como si tuviera la mente puesta en otra cosa y hubiera olvidado que su objetivo es revalidar su cargo como alcalde de Madrid el 22 de mayo, se mostró favorable a "la alternancia política", ya que, según dijo, "la manifestación política del método prueba-error fundamenta la ciencia moderna y mejora la eficacia de las organizaciones". Un mensaje curioso, teniendo en cuenta que el PP lleva gobernando más de 20 años el Ayuntamiento de Madrid y más de 15 la Comunidad.

Euskadi

Rubalcaba: "Lo que está en juego el 22-M es el Estado del bienestar"

El PSE define al PP como la amenaza a lo social

Si hay un mensaje que comparten los dirigentes socialistas en todas las comunidades es la advertencia de que la victoria del PP el 22-M conlleva recortes sociales. Y el lehendakari, Patxi López, no quiso desentonar. Ayer, durante un acto en Vitoria, el líder de los socialistas vascos pidió a los votantes que ejercieran el voto útil el próximo domingo: "Cada persona que se queda en casa da un voto a la derecha que quiere reducir derechos sociales", afirmó López.

Superado el ecuador de la campaña electoral, el partido mayoritario en Euskadi quiso presentarse como la alternativa más eficaz frente a la alianza entre el PSE y el PP vasco. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, afinó ayer su discurso para limitar a sólo dos las "opciones" que tiene la ciudadanía el 22-M en Euskadi: el propio partido nacionalista o el "pacto irrompible" de PSE y PP. "El día 22 es el momento de decidir", agregó, en un claro descarte de Bildu, Aralar y del resto de fuerzas.

Compromís lucha contra el fantasma del voto útil a favor de IU

El líder del PNV quiso limitar así, en un acto en Bergara, las opciones sobre los programas que pueden elegir los votantes en estos comicios, partiendo de la premisa, además, de que ya ha fracasado la entente entre socialistas y conservadores para dar estabilidad al Gobierno vasco de Patxi López. Cumplidos dos años, según Urkullu, el balance del pacto PSE-PP se limita a una "mayor deuda pública", "más problemas" en la sanidad vasca, "menos ayudas" al euskera "Deuda, conflicto y parálisis. Este es el balance real del pacto PSE-PP", resumió.

Ante este "fracaso", Urkullu reivindicó que el PNV se distingue por tres principios: la defensa de la "democracia y la participación" de todos los partidos en las urnas, el "compromiso" con Euskadi "no tenemos otra patria" y la certidumbre de su "responsabilidad y saber hacer" en las instituciones vascas. "Hemos sido admirados en el mundo. Y vamos a lograr seguir siendo admirados en el mundo. Palabra del Partido Nacionalista Vasco. No podemos dejar los territorios ni los municipios en manos del pacto PSE-PP", enfatizó, informa Guillermo Malaina.

AndalucíaEl PP se blinda contra la euforia de los sondeos

El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, trató ayer de frenar la euforia y mantener la tensión de sus candidatos a alcaldes ante la avalancha de encuestas favorables para sus intereses y demoledoras para sus rivales socialistas publicadas ayer por varios medios de comunicación. Los conservadores, ya de por sí movilizados, no quieren que ninguno de los suyos se quede en casa el próximo 22-M al pensar que el partido ya está ganado. "Las encuestas dicen que muchas mayorías de gobierno se pueden producir, pero yo os digo aquí que nadie se llame a engaño con las encuestas, no se gana nada en las encuestas, hay que ganar en las urnas, no hemos conseguido ninguna mayoría, estamos rozando las mayorías, pero no hemos conseguido ninguna mayoría", dijo Arenas.

El PP ha planteado una campaña de perfil bajo, en la que el protagonismo ha recaído en sus candidatos, y en la que los dirigentes andaluces, liderados por Arenas, han tratado de evitar elementos de confrontación y han sorteado los charcos que pudieran movilizar el voto de izquierdas, decantado a la abstención, aquel que los estrategas socialistas tratan de movilizar por tierra, mar y aire. Los conservadores han centrado su campaña en el empleo y en el contacto directo con los ciudadanos, intentando no pasarse de frenada con el caso de los expedientes de regulación de empleo fraudulentos y renunciando a discursos radicales y xenófobos sobre inmigración, como sus compañeros de otros lugares. "La gente en la calle no pide eso, le preo-cupa el desempleo", afirman fuentes conservadoras.

El paro, aunque gobiernen en varias capitales, no les penaliza. Quien ha acumulado todo el desgaste ha sido el presidente Zapatero y, en un efecto arrastre, la desmovilización se ha instalado, según la mayoría de las encuestas, en los votantes socialistas, informa Raúl Bocanegra.

El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba sustituyó ayer a Griñán al frente de la campaña socialista en Andalucía. El también ministro del Interior aseguró en Almería que existen "buenas razones" para "tener miedo" a la derecha. "Lo que verdaderamente está en juego en estas elecciones es el Estado del bienestar", afirmó Rubalcaba. Al igual que su compañero de partido Fernández Vara, acusó al PP de "coquetear con la crisis económica" mientras el PSOE "pelea para salir de ella".

PaísValenciàCompromís huye de convencionalismos

El encargado de abrir el mitin central de Compromís que ayer se celebró en el Palacio de Congresos de Valencia no fue un político. Lejos de los usos habituales del resto de partidos, quien se ocupó de dar la bienvenida a los asistentes fue un grupo de pop. La anécdota sirve para ilustrar el tipo de mitin que ayer ofreció Compromís y, por extensión, su campaña electoral, dirigida esencialmente a los jóvenes.

Compromís es una coalición de tres partidos Iniciativa del Poble Valencià, Els Verds y el Bloc Nacionalista Valencià formada hace tres años. Por eso no tiene una sola tradición ideológica ni una antigüedad capaces de ser, por sí mismas, una tarjeta de presentación ante el electorado. No obstante, lo que en principio podía ser un defecto lo ha convertido en virtud por la coalición. Han conjurado el peligro de aparecer como un batiburrillo de distintas opciones por la vía de sustituir las grandes ideologías por una política de pequeños mensajes dirigidos a la vida cotidiana.

El principal mensaje del mitin fue un agresivo rechazo de las encuestas, que condenan a Compromís a quedarse por debajo del 5% de los votos y, por tanto, fuera de Les Corts. Los candidatos luchan contra el fantasma del voto útil de los votantes de izquierdas, que en esta ocasión acaparará, según los sondeos, Izquierda Unida. Mónica Oltra, la número dos de la lista por Valencia, clamó por el "voto digno". Pidió a los asistentes que imaginaran que, por un solo voto útil caído en "la tentación de votar a los partidos grandes", Compromís se queda a un solo sufragio de entrar en Les Corts Valencianes, informa Belén Toledo.