Valladolid favoreció a un imputado del 'caso Gürtel'
El Ayuntamiento se apoyó de forma reiterada en criterios subjetivos para conceder obras a la empresa de Ulibarri
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El Ayuntamiento de Valladolid, que el Partido Popular gobierna con mayoría absoluta desde 1995, ha favorecido en varias adjudicaciones al empresario José Luis Ulibarri, imputado por el juez Baltasar Garzón en el caso Gürtel, la trama delictiva dirigida por Francisco Correa que operaba básicamente en feudos del PP como Madrid, Valencia y Castilla y León.
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El Grupo Begar, que preside Ulibarri, es la constructora más beneficiada por las adjudicaciones del Ayuntamiento, cuyo alcalde, Francisco Javier León de la Riva, se jacta de ser amigo del empresario. Desde 2003, Begar ha recibido concesiones del consistorio vallisoletano por valor de 22,4 millones de euros.
Algunas de estas adjudicaciones reúnen aspectos anómalos. El Ayuntamiento de Valladolid no ha contestado a las preguntas de Público, que le fueron formuladas el viernes 3 de abril.
La contratación más importante obtenida por Begar, con un precio de licitación de 11,15 millones de euros, es la gran obra para canalizar las aguas residuales en la margen izquierda del río Pisuerga. La obra fue adjudicada por la Junta de Gobierno, donde sólo está presente el PP, el 18 de mayo de 2007 apenas 10 días antes de las últimas elecciones municipales y en contra del informe elaborado por los técnicos del propio consistorio.
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El documento de los técnicos apostaba por la oferta presentada por la empresa Teconsa y colocaba a Begar en segundo lugar.
El informe, al que ha tenido acceso Público, fue entregado el 25 de enero de 2007 y lleva la firma de tres profesionales cuyo campo está relacionado directamente con la obra: un arquitecto Pablo Gigosos, un ingeniero de obras públicas (Eduardo Encabo) y otro ingeniero de caminos, canales y puertos (Francisco Pérez).
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Sin embargo, según consta en un acta del 21 de marzo de 2007, el entonces concejal de Urbanismo, José Antonio García de Coca hoy fuera del consistorio e imputado en una causa por falsedad en documento público y manipulación del plan general de ordenación urbana, encargó otro informe, que asumió una única persona: el arquitecto Luis Álvarez Aller, de la más estricta confianza del alcalde, Francisco Javier León de la Riva.
El nuevo informe, en cuya redacción ya no participa ningún ingeniero, se entregó el 2 de mayo de 2007, justo antes de las elecciones municipales, y altera el orden de las empresas. En el nuevo documento, Begar, que se presenta al concurso asociado a Corsán-Corviram, se sitúa en cabeza al primarse el criterio del precio ofertado para construir la obra: "Salvo el criterio del precio, las otras tres ofertas restantes [Sacyr, FCC Construcción y Teconsa] acreditan de forma suficiente su capacidad técnica y viabilidad de sus propuestas", concluye Luis Álvarez Aller para enmendar la propuesta de los tres técnicos del consistorio.
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El 18 de mayo, ya en plena campaña electoral, la Junta de Gobierno materializa la adjudicación, en una orden que lleva la firma del concejal de Urbanismo y que ignora el informe inicial de los técnicos.
Las cuatro ofertas aludidas en el contrainforme se situaban por debajo del precio de licitación, en una horquilla que va de 7,2 a 7,9 millones de euros. Begar logró el contrato en contra del criterio inicial de los técnicos por ser su propuesta la más barata, pero al final facturará una cifra muy superior a lo acordado.
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La obra aún no ha concluido, pese a que debía finalizar el pasado noviembre. Y el alcalde ya ha advertido públicamente que debido a "imprevistos" la construcción se encarecerá al menos el 25% con respecto a la oferta de Begar.
El criterio de primar la oferta más económica no ha sido precisamente una constante en el Ayuntamiento de Valladolid. Más bien al contrario: el Grupo Begar se ha beneficiado de varios contratos en los que su oferta era de las más caras.
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Un ejemplo es la adjudicación, en 2006, de las instalaciones generales del servicio de limpieza del consistorio, que asumió a Begar por 5,42 millones de euros. Los otros tres candidatos presentaron proyectos más económicos: el de Acciona era de 5,12 millones, el mismo precio que el de la Unión Temporal de Empresas ACR-Viveros Gimeno, mientras que el presentado por Indeza rebajaba el presupuesto a 4,65 millones. En el informe municipal, Begar escaló posiciones al valorarse elementos más subjetivos, como la calidad del proyecto.
Algo parecido sucede en otras adjudicaciones recientes, en las que la oferta de Begar es más cara que la de sus competidores y, sin embargo, logra la concesión en base a la supuesta calidad de su proyecto, que no se acredita documentalmente.
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El proyecto y obra del polideportivo Parquesol, adjudicado a Begar el 14 de enero de 2009 siete meses después de la licitación es emblemático en este sentido. Al concurso se presentaron 22 empresas y la oferta de Begar es de las más caras: con 2,85 millones de euros, ocupa el lugar 15º del listado. Y es la más costosa del selecto grupo que tiene posibilidades reales de obtener el contrato: de los seis proyectos que superaron los 80 puntos en el informe de evaluación, el de Ulibarri era el más caro.
Pese a ello, Begar obtiene el contrato al lograr extraordinarias puntuaciones en aspectos de nuevo subjetivos como "criterios de diseño" y "criterios constructivos".
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En este último apartado Begar obtiene la máxima puntuación (20 sobre 20) a pesar de que en el proyecto que entrega incluso deja en blanco, sin detallar, muchos aspectos que en cambio sí concretan sus competidores: no hay propuesta por escrito de Begar en "Calefacción pista" ni en "Calefacción vestuarios" ni en "Equipamiento". Y, sin embargo, de nuevo logra la máxima puntuación, lo que le permite superar a sus rivales en el cómputo final pese a que su precio es el más caro.
El fenómeno se repite en otras obras, como la de la construcción de la piscina cubierta en el antiguo mercado central, en 2003, o la de remodelación de la cubierta del polideportivo Huerta del Rey, adjudicada el 21 de julio de 2008. Para esta última hay cinco candidatos y la propuesta de Begar 780.100 euros es la más cara. Los "materiales de construcción" y los "criterios estéticos" son los que le sirven una vez más a la empresa de Ulibarri para dar la vuelta a la clasificación.
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Años provechosos
El Grupo Begar ha tenido un crecimiento vertiginoso desde 2003, cuando facturaba 197 millones de euros. En 2006, el volumen de negocio ascendía a 614 millones de euros.
Diversificación
El 65% de la facturación total del grupo procede de la construcción, pero ha ido entrando en nuevos negocios. Sobre todo, limpieza y mantenimiento y seguridad.
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Dueño de los medios
El grupo ha mimado sus inversiones en medios de comunicación: controla la Televisión de Castilla y León, participa en Punto Radio y gestionará la futura televisión autonómica de Castilla y León. También es el propietario del ‘Diario de León’, ‘Diario de Soria’ y ‘El Correo de Burgos’ y del ‘Semanal Digital’. Cuenta además con televisiones locales y de TDT en Valencia.