La Unió exige un reparto equilibrado del 'sobre nacional' para obtener un mejor precio

La Unió-COAG exigirá en las próximas semanas un reparto equilibrado del "sobre nacional" asignado a España en la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino que permita obtener a los viticultores valencianos un mejor precio por la uva y el vino.

La Unión Europea ha ratificado hoy la reforma de la regulación del mercado del vino, que prevé el arranque voluntario de viñas y permite prolongar durante cuatro años algunas ayudas actuales.

La organización agraria valenciana apuesta por dar prioridad a dos de las medidas recogidas para su desarrollo en el "sobre nacional" asignado a España, de 213,8 millones de euros, que son la reestructuración y las inversiones.

La política de reestructuración, "con todos sus fallos", según La Unió, ha sido beneficiosa para el sector productor valenciano en los últimos años, aunque se podría mejorar mediante planes diseñados desde una visión comarcal o de zona entre las bodegas, las cooperativas y la Denominación de Origen.

Respecto a las inversiones, deberían dirigirse a intangibles y comercialización, y dejar de lado las inversiones dedicadas a instalaciones ya que el sector vitivinícola de la Comunitat Valenciana no tiene un problema de modernización de instalaciones, sino de creación de marca e introducción del vino en el mercado.

La Unió se muestra contraria a la aplicación de la vendimia en verde y los fondos mutuales, y defiende que la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) se haga cargo de los fondos para la mejora y potenciación del seguro de cosecha.

Sobre una prima de pago único, apuesta por una prima creciente con los años y para todas las hectáreas con una diferenciación según si están o no en denominación de origen o si han sido reestructuradas.

La Unió se manifiesta en contra de la aplicación de un periodo transitorio para las destilaciones de uso de boca y de crisis, al considerar que el proyecto de crear un pago por hectárea ligado a las destilaciones no favorece al viticultor ya que hay "demasiadas dudas encima de la mesa".