Este artículo se publicó hace 13 años.
La UE promete más dinero a la banca por la gravedad de la crisis
Salgado asegura que las cajas están "perfectamente" preparadas y descarta inyecciones de capital adicionales. Trichet dice que la situación europea es alentadora si se compara con la de otros lugares
Los bancos europeos necesitan todavía más capital. El repunte de la especulación en los últimos dos meses ha puesto de nuevo en cuestión la solvencia del sistema financiero europeo y los ministros de Economía de la Unión Europea alcanzaron un “consenso” para recapitalizar las entidades en apuros.
El acuerdo fue revelado por varios de los participantes en la reunión de Wroclaw (Polonia), pero aún no es formal, por lo que no está acompañado de medidas concretas. Sin embargo, el texto sí apunta a que las entidades bancarias irán “aumentando su capital, para cumplir con los requisitos de lo que finalmente va a ser Basilea III (el conjunto de normas internacionales sobre banca).
Las necesidades de capital de la banca europea fueron puestas negro sobre blanco en julio, cuando se publicaron las últimas pruebas de resistencia, o test de estrés. Los resultados arrojaron siete suspensos, entre ellos cinco españoles. En total, esas entidades necesitan alrededor de 6.000 millones de euros. Sin embargo, el ejercicio fue muy criticado por analistas de mercado y funcionarios comunitarios, ya que en el peor de los escenarios contemplados no estaba incluida una posible quiebra de Grecia.
Los ministros discutieron este sábado tomando como base un análisis, previamente consensuado a nivel más técnico, en el que se consideraban “obsoletas” las pruebas de resistencia y se alertaba del gran riesgo de un “círculo vicioso” para la economía europea alimentado por la crisis en el mercado de la deuda soberana, el estancado crecimiento y una banca maltrecha.
“Desde nuestro punto de vista, es claramente necesaria una recapitalización bancaria”, aseguró Anders Borg, el ministro sueco, quien se hizo eco de un informe del FMI, en el que la institución manejaba unas necesidades adicionales cifradas en 200.000 millones. “El FMI lo ha dicho muy claramente: el sistema bancario de la UE necesita refuerzos, se trata básicamente de una cuestión de capital”, añadió Borg.
Una vez identificada la enfermedad general, ¿dónde se debe comenzar a aplicar la cura? Según la vicepresidenta económica, Elena Salgado, no en España. “Hemos situado a nuestras entidades con un capital muy fuerte, muy solvente”, con entidades a las que se les exige un 10% de capital de calidad “que cubre perfectamente las eventualidades de este momento”, según Salgado. No ocurre lo mismo en otros países, como Francia o Alemania, que sólo sometieron al número mínimo de bancos a las pruebas y que además están mucho más expuestos al riesgo de la deuda pública griega.
El miércoles, la agencia de calificación Moody’s rebajó la nota de dos de los principales bancos, Credit Agricole y Société Générale, mientras que mantiene la de BNP Paribas en estudio, pero con muchas posibilidades de seguir el mismo camino. El responsable de la supervisión bancaria alemana del regulador Bafin, Raimund Röseler, aseguró que si se produjese una quiebra de Grecia las consecuencias para las entidades de su país serían inciertas. “Estamos preocupados particularmente por el efecto arrastre, que no podemos medir de manera fiable. Cualquier figura que se dé es sólo una predicción”, aseguró en una entrevista con la agencia Reuters.
Según Salgado, es necesario endurecer las pruebas de resistencia, especialmente para las “entidades sistémicas” o con capacidad de provocar una catástrofe en Europa similar a la que produjo la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008. El objetivo es que “la confianza no se diluya rápidamente como en algún caso parece haber ocurrido”, añadió.
Además, la zona euro espera contar pronto con el refuerzo del fondo de rescate, un nuevo instrumento para actuar en caso de necesidad. La ratificación de sus nuevos poderes, entre los que está la recapitalización de bancos, fue también otro de los puntos en el orden del día.
La reunión acabó sin ningún acuerdo relevante y con un encontronazo entre los ministros europeos y Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EEUU, que alertó del “riesgo catastrófico” de un empeoramiento de la situación. Hoy, el presidente saliente del BCE, Jean-Claude Trichet, devolvió el golpe a Geithner, aunque sin citarlo. “En conjunto, si miramos la UE y la eurozona, la situación es bastante alentadora si se compara con la de otras grandes economías desarrolladas”, aseguró.
La zona euro seguirá discutiendo la salida de la crisis con Grecia, que debe aplicar un durísimo ajuste. Varios líderes europeos se verán la semana que viene con Barack Obama, en el marco de la Asamblea General de la ONU para fortalecer la cooperación internacional.
La gran ausente de la cumbre fue la tasa financiera para frenar la especulación, que ni siquiera fue incluida en el orden del día a pesar de que se esperaba.
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