Este artículo se publicó hace 16 años.
Turquía continua la operación contra el PKK en el norte de Irak
Turquía continúa hoy su operación contra los grupos armados del Partido de los Trabajadores del Kurdistán PKK en el norte de Irak con más de 10.000 hombres que penetraron unos 20 kilómetros en territorio iraquí.
Mientras el Estado Mayor turco informó de que ayer, el primer día de la operación, habían muerto cinco soldados y 44 miembros del PKK, la agencia pro kurda Firat dijo que los guerrilleros del PKK atacaron a las tropas turcas que entraron en la región de Civa Resh y mataron a 22 soldados, causando heridas a otros muchos.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, subrayó los esfuerzos diplomáticos de su gobierno para obtener el apoyo de la comunidad internacional para la lucha de Turquía contra los "rebeldes" del PKK que atacan desde sus bases en el norte de Irak y señaló que Turquía nunca ha tenido tanto apoyo internacional.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, exhortó, sin embargo, al gobierno de Ankara a respetar las fronteras iraquíes, mientras advirtió al PKK que no debía penetrar más en territorio turco, ni perpetrar atentados terroristas.
El diario turco "Radikal" afirmó hoy en un análisis que el gobierno ha hecho un gran esfuerzo en los últimos meses para obtener la aprobación de EEUU a la operación terrestre, dado que los militares insistían en que los bombardeos desde el aire no serían suficientes para exterminar a los "rebeldes" del PKK.
Para afrontar posibles reacciones internacionales, los líderes políticos y militares turcos reiteraron desde el principio de la operación, en la noche del jueves, que el PKK es el único objetivo, que Turquía tiene cuidado para evitar la muerte de civiles y respeta la integridad territorial y estabilidad de Irak, y que las tropas regresarán lo más pronto posible.
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores norteamericana, Condoleezza Rice, destacó una vez más ayer que el PKK es el enemigo común de Turquía y EEUU, y manifestó la solidaridad de su país con Turquía, pero también señaló que la operación debía concluir cuanto antes, sin perjudicar la evolución delicada de Irak.
Por parte turca se calificaron de bastante "moderadas" las reacciones de Irak y de los kurdos iraquíes, aunque los combatientes kurdo-iraquíes (pashmergahs) se trasladaron a la zona fronteriza, pero tuvieron órdenes de "sólo proteger a los ciudadanos iraquíes".
El presidente de la Administración Autónoma Kurdo-Iraquí, Masoud Barsani, del que se esperaba la reacción más fuerte y quien anteriormente había señalado que lucharía contra el Ejército turco si entraba en Irak, definió la operación de "despótica" y subrayó que "no estamos a favor del caos, ni las soluciones militares".
La única oposición a la operación dentro del Parlamento turco llegó del Partido de la Sociedad Democrática DTP, con 20 escaños, mientras que el mayor partido de oposición, el Partido Popular Republicano CHP y el de oposición menor, Partido de Acción Nacional MHP manifestaron su fuerte apoyo a la acción.
El presidente del CHP, Deniz Baykal, anunció que su partido iba a extender el mandato de un año para la operación transfronteriza si se hiciese necesario, mientras el vicepresidente del DTP, Selahattin Demirtas, llamó al gobierno a buscó una solución a la cuestión kurda dentro de Turquía y manifestó dudas de que la operación se dirigía sólo contra el PKK.
El PKK exhortó a la juventud kurda que vive en las grandes ciudades de Turquía a levantarse contra las operaciones y oponerse a ellas, al igual que hizo la juventud musulmana de África en los suburbios de París.
El general retirado Necati Ozgen, comandante de la mayor operación transfronteriza del Ejército turco en los años 90, manifestó al canal de televisión NTV que Turquía debe de haber obtenido el permiso y consentimiento de EEUU a esta intervención.
"Sin duda alguna, Washington recibió algo a cambio, tal vez EEUU dijeron que se hiciera la operación, pero a cambio de un apoyo contra Irán. No lo sé, pero deberíamos aprovechar esta oportunidad para establecer una 'zona amortiguadora' a lo largo de la frontera en Irak", dijo el general Ozgen.
El militar aseguró que las operaciones transfronterizas de los años 90 estaban coronadas de éxito, pero no se podía resolver el problema kurdo, porque los gobiernos no hicieron nada a nivel político y socio-económico.
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