Este artículo se publicó hace 12 años.
La "troika" pide a Portugal más esfuerzo en aplicar sus reformas estructurales
Pese a ir en la dirección correcta, Portugal debe afrontar "esfuerzos adicionales" para cumplir con sus objetivos en materia de reformas estructurales, según ha vuelto a advertir la "troika" tras terminar su análisis trimestral.
En un comunicado divulgado hoy, los técnicos enviados a Lisboa por la "troika" formada por Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -entidades prestatarias del rescate a Portugal- concluyeron que el país está "en el buen camino", pero que todavía "subsisten algunos desafíos".
"La economía portuguesa continuará afrontando dificultades", señalan desde la troika, que apunta una caída PIB para 2012 del 3,25 por ciento, augura una mayor contracción de la demanda interna y estima que aumentará tanto la tasa de paro como el cierre de empresas en este año.
Las instituciones internacionales aprobaron la gestión realizada durante el último trimestre por el Gobierno luso y autorizaron así la liberación de un nuevo tramo de su rescate, de 14.900 millones de euros, tal y como estaba previsto en el calendario inicial.
De este modo, el país ya ha recibido cerca de 50.000 millones, más del 60 % del préstamo firmado en mayo de 2011.
Los técnicos señalaron que Portugal debe de incrementar "tanto el ritmo como el ámbito de sus esfuerzos" en las reformas estructurales "para recuperarse del retraso en esta materia en los sectores de servicios de red y servicios protegidos".
"Obstáculos de larga duración a la entrada de empresas en el mercado y la existencia de márgenes excesivos de retorno asfixian el dinamismo económico", alertan.
En su opinión, todo ello contribuye a "reducir la competitividad externa" de la economía lusa y supone una carga "socialmente injusta para consumidores y contribuyentes".
La troika alabó las reformas estructurales ya iniciadas, como la del mercado laboral, el sistema judicial, el programa de privatizaciones y el mercado del alquiler.
"Las reformas para mejorar la competitividad, el crecimiento y el empleo han registrado progresos, aunque muchas de ellas continúan esperando una implementación integral. El amplio consenso político y social constituye un elemento fundamental", resalta el grupo de técnicos en su informe.
También aborda los progresos en el sector bancario luso, inmerso en un proceso de "desapalancamiento" -venta de activos- que le permita cumplir con los índices (rátios) de liquidez exigidos por Bruselas.
La "troika" considera que la decisión del BCE de facilitar crédito a los bancos puede ayudar a que "el problema de liquidez de las entidades financieras portuguesas continúe disminuyendo".
El objetivo de estas medidas es "asegurar las necesidades de crédito para las empresas con buenas perspectivas de crecimiento", de forma que se estimule la actividad económica.
Los miembros de la UE, el BCE y el FMI desplazados a Lisboa consideraron que el objetivo de Portugal de reducir su déficit público hasta el 4,5 por ciento del PIB es "ejecutable" con las medidas actuales, siempre que no se concrete una nueva revisión a la baja de sus perspectivas económicas.
El Gobierno luso, de signo conservador, ha implementado durante los últimos meses severas medidas de austeridad para cumplir sus metas, entre ellas un incremento generalizado de los impuestos, recortes en pensiones y salarios públicos, así como una reducción del gasto público.
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