Este artículo se publicó hace 15 años.
Un tribunal holandés declara la quiebra del banco DSB Bank
Un tribunal holandés declaró el lunes en bancarrota a DSB Bank tras una serie de infructuosos intentos el fin de semana por venderlo o rescatarlo, lo que deja a otros bancos con pasivos de hasta 3.250 millones de euros en garantías de depósito.
El fundador del banco puso un toque desafiante, al decir en una conferencia de prensa: "No quebramos, simplemente nos arruinaron".
El tribunal había designado administradores el lunes pasado, a petición del banco central, después de que los clientes retiraran unos 600 millones de euros de depósitos del banco, que no cotiza en bolsa, en sólo 12 días.
El fundador Dirk Scheringa sostuvo el viernes que estaba en conversaciones con un interesado estadounidense tras el fracaso de las negociaciones con grandes bancos holandeses.
Sheringa pidió el fin de semana para tratar de llegar a un acuerdo, que la corte concedió. El tribunal luego identificó al eventual comprador de Estados Unidos como la firma Lone Star Funds de Dallas.
Pero esas negociaciones fracasaron, al igual que una propuesta el fin de semana para que el Gobierno inyectara 100 millones de euros al banco, junto con la conversión de 100 millones de euros de depósitos de clientes en acciones.
El ministro de finanzas dijo el lunes que rechazó la propuesta porque se basaba en la idea de que no habría más retiros de depósitos si se quitaba la regulación de emergencia y que regresarían los depósitos que salieron durante la corrida.
"El tribunal ha llegado a la conclusión que se hizo todo lo posible para que DSB continuara íntegro y que no hay visibilidad para hacer nada más", dijo el tribunal en un comunicado.
Otros bancos holandeses ahora tendrán que garantizar los depósitos de DSB. El banco central señaló el lunes que había activado el sistema nacional de garantía de depósitos para enfrentar la quiebra y que espera que los ahorradores elegibles reciban sus reembolsos para Navidad.
Los bancos tendrán que pagar al sistema de garantías en proporción a su participación de mercado, lo que implicaría que el líder del mercado Rabobank [RABN.UL] afrontaría un máximo de alrededor de 1.300 millones de euros, mientras que para ING supondría un golpe de hasta unos 975 millones de euros.
De todos modos, la cifra final de garantías debería de ser muy inferior, dado que las ventas de activos y otras compensaciones aligeran su peso. Algunas entidades financieras han especulado que la tasa de recuperación podría alcanzar hasta un 70 por ciento de alto.
Los problemas de DSB comenzaron en el verano, cuando el regulador de mercado le multó por prestar a la gente más de lo que podían pagar.
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