El Tribunal Europeo de Derechos Humanos anunció hoy que ha admitido a trámite la denuncia de Georgia contra Rusia por detenciones de cientos de ciudadanos georgianos inmigrantes en territorio ruso con motivo de una crisis diplomática entre los dos países en septiembre de 2006.

El Tribunal de Estrasburgo puntualizó en un comunicado que la tramitación del recurso no prejuzga sobre el dictamen que se emitirá sobre el fondo de este asunto.

A ese respecto, precisó que lo que se ha considerado por el momento es que "las observaciones escritas y orales" presentadas por el Gobierno georgiano "son suficientemente claras para permitir un examen judicial".

También indicó que la demanda georgiana comporta dos cuestiones, la primera si hubo una práctica administrativa de Moscú dirigida específicamente contra los inmigrantes georgianos, y otra si se violaron los derechos de éstos garantizados por el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

El origen del contencioso fue la decisión de Tiflis de arrestar a cuatro militares rusos acusados de espionaje el 27 de septiembre de 2006.

Según el recurso georgiano, la reacción rusa incluyó la detención de "al menos 2.370 georgianos", así como la expulsión colectiva de muchos inmigrantes de esa nacionalidad, el cierre de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas entre los dos países, lo que incluyó la suspensión de las comunicaciones postales.

El Gobierno ruso, que rechaza esas acusaciones, alega que no hay relación entre unos y otros hechos, y que las acciones contra los georgianos se enmarcaban en su política de prevención de la inmigración ilegal, que a su juicio además respetaba el Convenio Europeo de Derechos Humanos y otras obligaciones internacionales.

Este contencioso marcó un aumento de tensión entre los dos países, que llegó a su clímax con el enfrentamiento bélico del pasado verano y la derrota de Georgia frente a Rusia por el control de la región separatista de Osetia del Sur.