Este artículo se publicó hace 12 años.
Un trabajador de la fiesta afirma que se vendieron 20.000 entradas, el doble del aforo
"Nunca habíamos visto tanta gente en el Madrid Arena como en esta fiesta. Comentamos entre nosotros que se nos iba a ir de las manos", dice el mismo empleado
Un miembro de la organización de la fiesta de Halloween celebrada en el Madrid Arena, de Madrid, donde murieron tres jóvenes, ha declarado a Antena 3 que la empresa vendió o repartió casi 20.000 entradas, lo que supone doblar el aforo del recinto, que era de 10.600 personas.
Este empleado, identificado como Jose y que habló a la cámara de espaldas y cubriendo su cabeza con la capucha de un jersey, amplió notablemente las cifras facilitadas el jueves a los medios de comunicación por el vicealcalde de Madrid, Miguel Angel Villanueva, que señaló que la empresa organizadora, Diviertt, le informó que se habían vendido 9.650 entradas de las 10.600 disponibles, no superándose así el aforo.
Según Jose, es habitual que en este tipo de fiestas se faciliten unas cifras al Ayuntamiento, para la tramitación de los permisos municipales, muy por debajo de las realmente vendidas.
En este caso, señala que las 9.650 de las que habla la empresa son las que se vendieron 'on-line', es decir, vía Internet. Pero a ese número hay que sumar las 6.000 entradas de cuya venta se encargó un conocido relaciones públicas de Madrid --cuyo nombre se negó a revelar--, otras 3.000 de las que se hicieron cargo otros relaciones públicas distintos, y 1.000 más que pidieron y se entregaron a los disc-jockeys que participaron en la fiesta para sus compromisos e invitados.
En total, sumarían 19.650 entradas, a las que Jose añade además las que está seguro que vendieron los porteros de la sala en lo que calificó como "mercadeo habitual".
El joven destacó que nunca había visto el Madrid Arena tan lleno como en esta fiesta, hasta el puno de que hacia las dos de la mañana, entre los empleados y organizadores comentaron que se les iba "a ir de las manos".
El mismo protagonista denunció que los mienbros de seguridad contratados por la organización no reunían la cualificación necesaria ni la "certificación" que requiere el Ayuntamiento, ya que la organización los contrató por 6 euros la hora cuando la tarifa habitual en esos trabajos es de entre 13 y 15 euros la hora.
También señaló que, en los últimos tiempos, los porteros ya no cortan las entradas y las devuelven a los clientes, sino que las recogen y luego las tiran, por lo que será difícil concretar de forma exacta cuántas personas llenaron el recinto.
Cientos de jóvenes entraron sin entrada cuando comenzó Dj AokiPor otro lado, cientos de jóvenes accedieron al recinto del Madrid Arena sin entrada y en el momento en el que el músico y DJ Steve Aoki, principal atracción de la fiesta de Halloween, en la que murieron tres chicas, comenzó su actuación. Así lo han asegurado a Efe fuentes de la investigación, que han señalado también que en el lugar donde se produjo la avalancha se han encontrado los restos de una bengala, una de las causas que pudo contribuir a la huida descontrolada de los jóvenes.
Las mismas fuentes han explicado que, según se desprende de las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora, en torno a las tres de la madrugada del jueves comenzó la actuación del DJ y fue en ese momento cuando se produjeron dos grandes movimientos de personas que confluyeron en el pasillo central.
Por un lado, un gran número de jóvenes que desde la pista central quería acceder a las gradas para ver mejor a Steve Aoki y, por el otro, cientos de personas que estaban fuera del recinto y que nada más empezar la actuación accedieron sin entrada y de forma descontrolada sin que la seguridad pudiera evitarlo.
Los dos grupos confluyeron en el pasillo central, chocaron entre ellos, formaron un tapón y se produjo la avalancha que, además, agravó cuando una persona encendió una bengala en esa misma zona.
Una estampida de la que muchos de los asistentes a la fiesta ni siquiera se percataron. De hecho, la música continuó mientras la Policía comenzó a desalojar poco a poco el recinto para evitar males mayores.
No obstante, tres chicas fallecieron y otras dos, una de ellas menor, resultaron heridas muy graves.
La Policía trabaja en la identificación de la persona que prendió la bengala, a la vez que supervisa las grabaciones de las casi cien cámaras de seguridad instaladas en el recinto y toma declaración a testigos del suceso, responsables de la empresa organizadora del evento y familiares de las víctimas.
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