Este artículo se publicó hace 14 años.
La tormenta Alex amenaza la limpieza del vertido en EEUU
La tormenta tropical Alex podría convertirse en huracán el martes, con fuertes vientos y oleaje que dificultarían las tareas de BP para contener el vertido de petróleo en el golfo de México, el mayor de la historia de Estados Unidos.
Las acciones de la petrolera con sede en Londres cayeron un 1,75 por ciento más el martes, después de que algunas fuentes informaran de que la Reserva Federal de Nueva York estaba evaluando el nivel de riesgo sistémico que presenta la compañía. El lunes, la compañía negó la salida de su consejero delegado.
Los analistas de JPM Morgan Cazenove dijeron que la inmensa caída de la cotización de los papeles de BP, que recientemente se desplomaron a su mínimo en 14 años, lo convierte en un objetivo potencial para una adquisición.
"El mercado perdió de vista el valor intrínseco que está en una compañía rica en activos como BP. Nosotros tenemos muchas dudas de que los jugadores de la industria con un agudo poder de observación hayan perdido de vista al valor de BP", dijo el analista de Cazenove, Fred Lucas en una nota de investigación.
El texto señaló a Exxon Mobil Corp y Royal Dutch Shell como los posibles compradores.
En Nueva York, los ADRs de BP subían un 0,97 por ciento a las 1855 GMT.
La crisis está en su día 71 sin un final a la vista. Los costes ecológicos y económicos para el turismo, la vida silvestre, la pesca y otras industrias continúan creciendo para los cuatro estados afectados de la costa estadounidense.
Los pronósticos indican que Alex se alejará lentamente de la Península de Yucatán hacia las aguas del sur del golfo y girará hacia el noroeste, fuera del área de mayor concentración de instalaciones petroleras, para hacer una segunda llegada a tierra en el norte de México a mitad de semana.
No se prevé que afecte a los sistemas de captura del vertido de BP que están en funcionamiento, como tampoco los planes de la compañía de perforar pozos de alivio para sellar la pérdida en agosto.
Pero olas de cuatro metros podrían retrasar los planes de acoplar un tercer mecanismo de absorción de crudo, dijo Kent Wells, vicepresidente ejecutivo de exploración y producción de BP. Responsables en Florida dijeron que esperaban que la marea dificulte las tareas de limpieza de la marea negra.
El Gobierno de Estados Unidos estima que manan desde el lecho marino entre 35.000 y 60.000 barriles por día (bpd). El actual sistema de contención de BP captura hasta 28.000 bpd y el programa de BP llevaría el total a 53.000 bpd.
Debajo del fondo del mar, la perforación de dos pozos de alivio con los que se pretende poner fin a la salida de crudo continuarán "a menos que desafortunadamente una tormenta se dirija directamente hacia nosotros".
CIERRE PROVISIONAL
El primer pozo de alivio está a sólo 6 metros del pozo dañado. Pero BP dijo el lunes que deberá cavar otros 275 metros más antes de poder intentar interceptar la zona averiada.
La capitalización de mercado de BP se redujo en 100.000 millones de dólares desde que la plataforma Deepwater Horizon se hundió en un área de 1.525 metros de profundidad el 22 de abril, dos días después de que una explosión matara a 11 de sus operarios.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió duras críticas por su gestión de la crisis y los sondeos le confieren bajos registros por su actuación, aunque no tan bajos como los de BP.
Los fallos de la compañía para lidiar con los aspectos políticos de la crisis produjo errores en la comunicación que levantaron críticas y contribuyeron a la caída de la acción.
"La gestión del derrame (...) entrará a la historia como uno de los grandes ejemplos de como empeorar una situación a través de una mala comunicación", dijo Michael Gordon, de la firma Group Gordon Strategic Communications.
Los deslices incluyen menospreciar el daño potencial al medio ambiente, culpar a otros por el desastre y minimizar la estimación de la cantidad de petróleo que estaba fugando al mar, dijeron analistas.
"Fue una combinación de falta de transparencia, falta de un lenguaje sincero y falta de sensibilidad por las víctimas", señaló Gordon.
Algunos residentes también están inquietos acerca de que BP y la Guardia Costera continúen usando dispersantes químicos. El lunes, equipos de contención arrojaron esos productos desde aviones lejos de la costa.
Los dispersantes ayudan a disolver el crudo en un proceso que insume meses. Lo fracciona en pequeñas partículas que pueden ser digeridas más fácilmente por organismos que viven en el área del Golfo. Pero son controvertidos por sus implicancias para la salud en el largo plazo.
Parte de la costa de Luisiana está en alerta por inundaciones hasta el miércoles por la tarde. Los marinos mostraron su preocupación acerca del impacto que podría tener Alex sobre el ya alto nivel del agua.
"Si una tormenta viene con la marea, entonces tendremos un asunto acá", dijo Robert Whittington, quien trabajó en la marina por 20 años.
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