Este artículo se publicó hace 16 años.
Tony Curtis dice que su divorcio con Leigh afectó a su carrera
Por Christian Wiessner
Dicen que es duro cortar una relación, y la leyenda del cine Tony Curtis asegura que las consecuencias de su fracaso matrimonial con la actriz Janet Leigh afectaron a su carrera de una forma en que nunca podrá ser reparada por completo.
Curtis, de 83 años, recordado por su atractivo y por sus papeles en éxitos como "Con faldas y a lo loco", "Espartaco" y "El estrangulador de Boston", escribió "American Prince", un libro autobiográfico que rememora seis décadas en el mundo del espectáculo.
Curtis reconoció que sus actividades extramaritales eran bastante conocidas y dice que los papeles se tornaron mucho más difíciles de conseguir cuando la solidaridad pasó del lado de Leigh y de sus dos hijas, Kelly y Jamie Lee, que también se convirtió en actriz.
"Había revistas de cine con titulares como 'Tony sale con adolescente y sus hijas están llorando'", dijo Curtis a Reuters.
"Si un matrimonio no funciona, ¿por qué te vas a quedar sentado?", se preguntó Curtis. "Pero ¿por qué era sacrificado de esa manera? ¿ No tenía tanto derecho como cualquiera a buscar mi futuro y mi compañía de la manera que quería?", cuestionó.
Curtis señaló haber tenido peleas con amigos como Robert Wagner por lo que ellos consideraban como maltrato hacia Leigh, y asegura que sólo él puede imaginar cómo cambió ante los ojos de los productores.
"A mucha gente no le gustó", recordó. "Lamento que lo tomaran de esa manera, pero no podía tragarme mis propias necesidades sólo para obtener buenos titulares en revistas", explicó el actor.
Nacido bajo el nombre de Bernard Schwartz, en el barrio del Bronx, en Nueva York, el actor creció cerca de la pobreza y nunca perdió su acento urbano, pese a los esfuerzos de los profesores vocales de los estudios.
Su madre, diagnosticada como esquizofrénica, tenía comportamientos imprevisibles y a menudo violentos. Curtis aseguró que su incesante persecución de mujeres era una forma de buscar una madre sustituta.
"No había ninguna mujer en la que pudiera confiar, excepto las chicas de las que me enamoraba", confesó. "Ellas me dieron más seguridad como que la que nunca me dio mi madre. Esa consideración y entendimiento que nunca obtuve de ella", se lamentó Curtis.
Tras su llegada a Hollywood en 1948, una de las mujeres en las que Curtis se fijó fue la entonces desconocida Marilyn Monroe. "No podrías creer cómo se veía entonces. Tan pura y bella, con su pelo rojo recogido en una cola de pony", recordó con nostalgia.
Tuvieron un romance que duró meses, pero la demandante carrera de ambos causó el fracaso de la relación.
Diez años después, ambos eran estrellas establecidas y compartieron pantalla en el éxito "Con faldas a lo loco".
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