El Real Madrid se ha abonado esta temporada a remontar en el Bernabéu. Los blancos han dado la vuelta hasta en seis ocasiones a partidos que comenzaron con el marcador en contra. Y todas las remontadas concluyeron en goleada: Rayo (6-2), Atlético (4-1), Athletic (4-1), Zaragoza (3-1) y, ayer, el Levante (4-2). El Madrid también tumbó al Málaga en la Copa del Rey (3-2), después de superar un 0-2.

Pese a esta circunstancia, Mourinho no se olvidó de su regañina habitual a los aficionados del Bernabéu. Ayer insinuó que si no pudo cerrar antes el triunfo es por la actitud de buena parte de la grada blanca. 'Cuando otro equipo toca, toca y no para de tocar, se considera fantástico, a nosotros nos pitan', reprochó el entrenador portugués. Y también mandó un recado a sus jugadores: 'El equipo sale con poca concentración y mucha confianza en su potencial. Si ves los goles que nos han marcado, te das cuenta de que es así'.

La diferencia de diez puntos frente al Barcelona parece ya inalcanzable para los azulgrana, pero Mou no se fía. 'Faltan muchos puntos, muchos partidos. Hay que seguir ganando porque el campeonato no ha terminado', afirmó en la sala de prensa. Mou fue claro: 'Si las matemáticas no me traicionan, faltan 39 puntos. Cada partido es más difícil, porque es ahora cuando los equipos se juegan todo'.

Parte del Bernabéu volvió ayer a corear el nombre del técnico luso (esta vez no hubo abucheos). Cristiano, que anoche fue el gran protagonista del partido, reconoció sentirse 'encantado' por el 'buen momento' que atraviesan tanto él como su equipo. No obstante, el delantero se mostró cauto. 'Falta mucho para que acabe la Liga. Debemos seguir así hasta final de temporada', señaló. CR7 anotó, además, el gol número 4.000 del Madrid en la Liga. 'Es para celebrarlo. Es un gol increíble. Fantástico. Un gol que recorrerá el mundo', reconoció Mourinho.

El estadio madridista también se manifestó en contra de que la final de Copa entre Athletic y Barcelona se dispute en el estadio madridista. 'La final de Copa no se juega aquí', cantaron los aficionados. A Mou le es indiferente: 'Me da igual que la final de Copa se juegue aquí o en China'.