Este artículo se publicó hace 17 años.
Terminan las misiones de seguridad de la UE en Darfur y los Balcanes
Dos de las misiones internacionales de la Unión Europea (UE) para la paz y seguridad en zonas de conflicto terminan mañana su mandato; por un lado la desarrollada en Sudán/Darfur en apoyo a la Unión Africana (AMIS), y por otro la de Observación en la antigua Yugoslavia (UEMM).
El responsable político de estas misiones, el Alto Representante europeo de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESD), Javier Solana, ha expresado en un comunicado su agradecimiento al personal civil y militar involucrado por la labor realizada durante los últimos años en un "contexto difícil".
En el caso de Sudán/Darfur, la AMIS da el relevo a una nueva misión conjunta de la ONU y la Unión Africana (UNAMID), que asume mañana formalmente el control de operaciones durante una ceremonia en El Fasher, capital de Darfur Norte, y que también contará con el apoyo de la Unión Europea.
El despliegue de una fuerza "híbrida" fue autorizado por el Consejo de Seguridad el 31 de julio y se convertirá en la mayor operación de paz, con alrededor de 20.000 efectivos militares y más de 6.000 policías y personal civil.
La acción de la UE en apoyo de la AMIS se ha desarrollado durante dos años y medio "en un contexto difícil", y ha contribuido "significativamente" a mejorar la protección de la población civil y la situación humanitaria en Darfur, según Solana.
Desde 2005, en respuesta a una petición de la Unión Africana, se ha proporcionado asistencia militar y civil, así como un apoyo financiero, logístico y policial que ha tratado de respetar en todo momento la autonomía de las fuerzas africanas.
El personal europeo destacado como media en este tiempo ha sido de treinta oficiales de policía, dos observadores y quince expertos militares, además de varias docenas de miembros del personal civil y militar de la UE.
El aporte económico fue de trescientos millones de euros desde junio de 2004, además de las ayudas bilaterales de los estados miembros de la UE, con las que se sumaría un total de quinientos millones de euros.
En cuanto a la Misión de Observación en la antigua Yugoslavia (UEMM), que también concluye mañana su mandato, Solana considera que ha llevado a cabo "con éxito" su trabajo de vigilancia de los acontecimientos políticos y de seguridad en los Balcanes Occidentales.
La misión más larga de la UE comenzó en 2001, cuando ni siquiera se había desarrollado una Política de Seguridad y Defensa Común.
En sus primeros tiempos fue el único representante internacional en la región, que aún vivía la postguerra.
Unos 120 observadores internacionales y 75 empleados locales han venido vigilando desde entonces los desarrollos políticos y de seguridad en la zona, así como la supervisión de las fronteras, los conflictos entre etnias y el regreso de los refugiados.
Su sede central está en Sarajevo (Bosnia), pero ha operado también en Croacia, Serbia y Montenegro, Albania y Macedonia.
"La UEMM ha estado allí desde los años más difíciles, pero desde entonces, los países de la región han hecho progresos significativos", recordó Solana.
No obstante, considera que aún son necesarios "considerables esfuerzos" para continuar por el camino de la paz y la estabilidad.
Precisamente el año 2008 comienza con el reto de resolver de un modo pacífico y satisfactorio el estatuto de Kosovo, que enfrenta a Serbia con la comunidad internacional por su negativa a conceder a la provincia una independencia tutelada por la propia UE.
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