Cinco meses. Cuarenta compañías. Tres grupos de trabajo. Un objetivo: diseñar la estrategia para convencer a la Comisión Europea de que debe adoptar una regulación que favorezca a las compañías fuertes. Una labor de lobby que ha dado lugar a once propuestas ante Bruselas que en su mayoría se encaminan a un nuevo panorama: adiós a la neutralidad de la red. "Europa necesita compañías con escala capaces de invertir y con voluntad de invertir", ha comentado Julio Linares, consejero delegado de Telefónica, en el XXV Encuentro de las Telecomunicaciones que se ha iniciado esta mañana en Santander. Para ello hay que tener "modelos sostenibles". Y la mejor forma de lograrlo es "la gestión diferenciada del tráfico de forma transparente". En castellano: discriminar el acceso a los contenidos en función de lo que se pague a las dueñas de la red por una doble vía, o "doble cara" como lo llaman. Una cara es que pague el cliente según sus preferencias y otra, que no excluye la anterior, que pague el proveedor del contenido. Según ha dado a entender Linares, las compañías de contenidos como Google, con quien Telefónica lleva una larga guerra de declaraciones por la intención de la española de cobrarle el uso que hace de la red, no es que estén de acuerdo con pagar para no ver su tráfico discriminado pero sí han entendido "que las circunstancias del mercado han cambiado, que los servicios no tienen nada que ver con el pasado" y tienen "voluntad en general de colaborar, hablar y buscar soluciones". Frente a los que piensan que gestionar el tráfico discriminando por contenidos, en función en principio del dinero que reciba el operador ya sea del consumidor o del proveedor de Internet, va contra el espíritu que ha hecho de la Red lo que es; que va a impedir o complicar el éxito de los pequeños, la aparición de nuevos Google o Facebook, Linares ha asegurado que es una opción "positiva para la innovación y la calidad de los servicios". El consejero delegado de Telefónica ha pedido "nuevos estándares de interconexión para diferenciar la calidad de los servicios". Está claro quiénes son ahora los fuertes que quieren influir en el diseño normativo del nuevo entorno. Linares tiene "la impresión de que se asiste a un cierto deslizamiento hacia la bipolarización de los tipos de líderes de la industria", que "se está pasando de tres (telefónicas, fabricantes y proveedores de contenidos) a dos", donde los fabricantes cada vez son más débiles. Es algo que confirman, añadió, operaciones como la adquisición de Motorola Mobility por parte de Google. Y para no perder la ocasión de lanzar un dardo al gigante de las búsquedas y al trato de favor que, en opinión de Linares, recibe, el ejecutivo español se mostró convencido de que esta compra tendrá muchos menos problemas por parte de las autoridades de competencia que el intento de hacerse con T-Mobile en EEUU por parte de AT&T.