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Taibo II cree que su padre vivió el periodismo como "un oficio y una pasión"

EFE

El escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II recordó hoy a su padre, fallecido ayer, como un hombre que entendió el periodismo como "un oficio y una pasión" más que como un negocio durante los más de sesenta años que se dedicó a esa actividad.

"Un escritor nunca se muere, compadre. Y esto es quizás lo que en este momento se mantiene, que quedan atrás las palabras en papel", dijo a Efe este autor de novelas negras y organizador cada año de la Semana Negra de Gijón, en Asturias, en el norte de España.

A las puertas de su casa durante el velatorio de los restos de Paco Ignacio Taibo I, fallecido el jueves a los 84 años, Taibo II recordó con enorme cariño y emoción a su padre.

Lo describió como "un hombre que hizo escuela en México, una escuela potente, muy basada en la idea de que el periodismo no es un negocio, sino un oficio y una pasión", algo que -dijo- "transmitió a un montón de gente".

Sostuvo que Paco Ignacio Taibo I fue "el peor negociador de contratos" que él ha conocido, pero al mismo tiempo la persona "más generosa con sus equipos de trabajo".

"Nunca le cerró la puerta a un periodista joven. Leyó los manuscritos escritos a mano con faltas de ortografía de centenares de jovencitos que caían por la redacción donde él estaba", agregó.

El escritor mexicano comentó que el creador de la viñeta "El Gato Culto" se convirtió en periodista "prácticamente a partir de la nada", y creyó siempre "que la palabra escrita era un don que había que cultivar técnicamente, que había que convertirlo en estilo, vigilancia, corrección" y "pensamiento crítico".

Además de todo eso, fue un convencido de que ese don había que ponerlo "al servicio de la gente".

Lo recordó especialmente como "un hombre de izquierdas" durante toda su vida, "formado en el socialismo asturiano de los treinta, con mucha influencia de los libertarios gijoneses".

Contó que, siendo un niño, "llevaba (en Gijón) a la cárcel el tabaco para su padre, condenado a muerte" por haber sido "comisario político de un batallón socialista".

Esa y otras anécdotas las revivió Taibo II durante las horas en que pasó junto a decenas de personas que fueron a velar los restos de su padre hasta bien entrada la madrugada de hoy en el domicilio familiar de la colonia Condesa de Ciudad de México.

A los periodistas que le acompañaron en la jornada les agradeció que le hayan obligado a traer "lo mejor" de su padre y no "la memoria de la muerte".

Finalmente, el escritor resaltó el papel de "puente" entre España y México que ejerció su padre, especialmente con los exiliados y cualquier persona de los miles de españoles que llegaron al país durante décadas.

"Tenía una gran habilidad para recoger en México a la gente que llegaba de España más desesperada y más rota con el sistema en la época del franquismo", apuntó.

A toda esa gente, comentó, siempre la trató con generosidad, abriéndoles la casa y la mesa, comiendo con ellos y conversando de muchas cosas, especialmente de política y de literatura.

Los restos del periodista hispanomexicano serán cremados hoy en la intimidad familiar.

Los periódicos mexicanos publicaron hoy numerosas esquelas de instituciones y agrupaciones del mundo de la cultura que despidieron con cariño al escritor.

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