Este artículo se publicó hace 13 años.
Más supermercados no significan una mejor salud: estudio
Por Genevra Pittman
Vivir cerca de supermercadosy tiendas de alimentos no ayudó a que los residentes urbanoscomieran más frutas y verduras o tuvieran una dieta mássaludable, según los resultados de un nuevo estudio.
Pero contar con más restaurantes de comida rápida síimplicó que los hombres de menores ingresos comieran másseguido en esas cadenas.
Los resultados sugieren que los intentos de mejorar lanutrición de los residentes de los barrios más humildes exigenun esfuerzo combinado que debe incluir educación en salud eincentivos para bajar el costo de los alimentos saludables,dijeron los investigadores.
El vínculo entre el acceso a la comida y lo que la gentecome es "una relación complicada", indicó la autora delestudio, Penny Gordon-Larsen, de la University of NorthCarolina, en Chapel Hill, Estados Unidos.
"Simplemente no es suficiente introducir una tienda dealimentos" en un barrio, dijo a Reuters Health.
Los investigadores y diseñadores de políticasestadounidenses han reconocido la presencia de "desiertos dealimentos", es decir, vecindarios pobres que carecen deopciones de comida saludable y podrían estar asociados con laepidemia de obesidad.
El problema no ha sido fácil de resolver, sobre todo debidoa que los supermercados y los negocios de alimentos saludablesse han resistido a abrir sucursales en áreas de bajosingresos.
El nuevo estudio siguió a alrededor de 5.000 adultosjóvenes de cuatro ciudades: Birmingham, en Alabama; Chicago, enIllinois; Minneapolis, en Minnesota y Oakland, en California.
A partir de 1985, los investigadores preguntaron a losparticipantes acerca de sus hábitos alimentarios, incluyendocuánta fruta y verdura comían y con qué frecuencia visitabanrestaurantes de comida rápida.
Al mismo tiempo, calcularon cuántos lugares para comercomida rápida, tiendas de alimentos y supermercados había a unacorta distancia a pie o en auto desde la casa de cada persona.
Para los hombres de bajos ingresos, vivir cerca de muchosrestaurantes de comida rápida significó que comieran másseguido allí, pero esta asociación fue débil entre las personasde ingresos medios e inexistente entre las de altos ingresos.
Si bien los investigadores no reportaron cuántas veces laspersonas iban a estos locales, un estudio previo sobre lasmismas ciudades demostró que, en promedio, los adultos jóvenesvisitaban los restaurantes de comida rápida una o dos veces porsemana.
En general, tener más supermercados o tiendas cerca noinfluyó en el modo en que los residentes seguían lasrecomendaciones sobre el consumo de frutas y verduras o cuánsaludables eran sus dietas.
De acuerdo a los autores, cuyo estudio fue publicado enArchives of Internal Medicine, esto podría deberse a la ampliavariedad disponible en esos negocios, incluyendo los diferentestipos de productos frescos que venden y los elevados precios.
Por eso creen que los intentos de los diseñadores depolíticas de abrir nuevos supermercados en barrios urbanospobres podría no ser suficiente para revertir la marea deobesidad, diabetes y otros problemas de salud comunes enaquellas áreas.
"Estamos hablando de un enfoque global que seríaimportante", dijo Gordon-Larsen.
FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 11 de juliodel 2011
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