Este artículo se publicó hace 14 años.
Stent y cirugía previenen accidentes cerebrovasculares: estudio
Por Julie Steenhuysen
Un enfoque nuevo y menos invasivo paraprevenir accidentes cerebrovasculares (ACV) a través de undispositivo llamado stent resultó ser igual de seguro yefectivo que una cirugía, dijeron investigadoresestadounidenses el viernes.
Durante muchos años, la intervención quirúrgica fue elmétodo elegido para destapar los peligrosos cúmulos de grasadepositados en las arterias del cuello que pueden provocar unACV.
Pero en los últimos años los expertos adoptaron enfoquesnuevos y menos invasivos, como el uso de angioplastias ystents, en pacientes de mayor riesgo, desatando un debate entorno de cuál de todos los métodos es el mejor.
Colocar un stent en la arteria carótida implica laimplantación de un cable espiralado cubierto de una malla conel fin de destapar el área bloqueada y capturar cualquier placadesplazada que pudiera viajar hasta el cerebro y provocar unACV.
El equipo comparó este tratamiento con la cirugía, en lacual los médicos abren el cuello, extraen los depósitos degrasa en la arteria y vuelven a coser.
Varios fabricantes de dispositivos médicos venden losstents para la carótida, como Boston Scientific Corp, AbbottLaboratories, Johnson & Johnson, Ev3 Inc y C.R. Bard Inc.
El ensayo de nueve años, llamado Endarterectomía Carótidacon Revascularización vs. Ensayo Stent (CREST por su sigla eninglés), comparó la seguridad y efectividad de la intervenciónversus la colocación del stent en 2.502 pacientes con y sin unantecedente de ACV.
El estudio mostró que ambos enfoques eran seguros yefectivos en general para prevenir la enfermedad, peroencontraron algunas diferencias.
El equipo detectó que los pacientes que habían sidosometidos a la cirugía tenían una menor tasa de ACVsubsiguientes, mientras que los que habían recibido un stenteran menos propensos a sufrir un ataque cardíaco luego delprocedimiento.
"Pese a que el objetivo del estudio fue comparar ambosprocedimientos, nos complació comprobar que ambos se tornaronextraordinariamente seguros", dijo el doctor Gary Roubin, delHospital Lenox Hill, en Nueva York, que presentó los resultadosen la Conferencia Anual de Accidente Cerebrovascular, en SanAntonio.
Un año después del procedimiento, aquellos que habíansufrido un ACV reportaron que sus efectos tenían un mayorimpacto en su calidad de vida que los que habían tenido unataque cardíaco.
La edad también parece ser un factor importante. Laspersonas que tenían 69 años o menos obtenían resultadoslevemente mejores si recibían un stent, mientras que lospacientes mayores de 70 respondían mejor a un tratamientoquirúrgico.
Para la prevención del ACV, el equipo dijo que la cirugíaresultó ser el método más seguro.
"Sólo cuando se añaden los ataques cardíacos es que losresultados de ambos procedimientos se tornan similares", dijoWesley Moore, de la University of California, en Los Angeles,líder del estudio.
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