Este artículo se publicó hace 14 años.
¿Síndrome de piernas inquietas está ligado a disfunción eréctil?
Por Ford Vox
Dos trastornos aparentementesin relación, salvo porque ambos son objeto de gran cantidad depublicidades de los laboratorios, tendrían algo en común: loshombres mayores con síndrome de piernas inquietas a la nocheson casi dos veces más propensos a padecer disfunción eréctil.
El equipo de Xiang Gao, de la Escuela de Salud Pública deHarvard en Boston, estudió más de 23.000 varones dentistas,optometristas, veterinarios y de otras áreas de la salud.
En el 2000 y el 2004, se les pidió calificar sus ereccionesdel 1 al 5 (muy mala a muy buena). En el 2002, respondieron uncuestionario sobre síntomas del síndrome de piernas inquietas.Ninguno tenía diabetes o artritis, que pueden elevar el riesgode padecer ese síndrome.
El 4 por ciento (944 participantes) presentaba síntomas depiernas inquietas. Esos hombres tenían unos 70 años, mientrasque aquellos sin los síntomas tenían dos años menos, hacían másejercicio y eran menos propensos a fumar.
Más de la mitad (el 53 por ciento) con piernas inquietastambién tenía problemas de erección, a diferencia del 40 porciento de aquellos sin síntomas del síndrome.
La probabilidad de tener disfunción eréctil también variósegún la gravedad de los síntomas de piernas inquietas.
Los hombres con piernas inquietas entre cinco y 14 nochespor mes eran un 16 por ciento más propensos a padecerdisfunción eréctil que aquellos sin el síndrome, mientras quelos varones con más de 15 noches mensuales de síntomas teníanun 78 por ciento más probabilidad de disfunción eréctil.
La edad, la etnia, la obesidad o el tabaco no tuvieronefectos significativos en la probabilidad de desarrollar ambostrastornos.
El cuestionario no indagó si un médico les habíadiagnosticado alguno de los trastornos, sino sólo los síntomasasociados, lo que es una debilidad del estudio, según el doctorThomas Pollmächer, director de salud mental del HospitalIngolstadt, en Alemania.
"El problema con el estudio es la evaluación del síndromede piernas inquietas", dijo a Reuters Health, ya que se puedeconfundir con otras condiciones. Pollmächer estudió el síndromeen las embarazadas.
El equipo del doctor Clete Kushida, presidente de laAcademia Estadounidense de Medicina del Sueño, que publica larevista Sleep, dijo a Reuters Health que el estudio es racionaly está bien hecho.
No obstante, coincide en que el criterio del síndrome depiernas inquietas cambió después de la encuesta en el 2002, loque modificaría la importancia de los resultados.
"Habría sido bueno contar con los cuatro criteriosutilizados", dijo Kushida. Esos criterios son: la urgencia demover las piernas, el alivio pasajero con el movimiento, elagravamiento de los síntomas al descansar y el aumento de lossíntomas hacia el final del día.
Gao coincidió en que el diagnóstico del síndrome no es tansimple y que, quizás, algunos hombres que dijeron padecerlorealmente no lo tenían.
Esa imprecisión hizo que algunos sugirieran que esetrastorno es un ejemplo de "promoción de enfermedades", esdecir, un esfuerzo de la industria por ampliar la definición deuna enfermedad para que más personas crean que la padecen ynecesitan tratamiento.
Impulsadas con una gran campaña publicitaria, las ventas deRequip, una de las dos terapias aprobadas por Estados Unidospara el síndrome de piernas inquietas, superaron los 500millones de dólares antes de la aprobación del genérico en el2008.
No fueron las publicidades las que impulsaron al equipo arealizar el estudio, ni empresas farmacéuticas participaron enla investigación realizada con fondos públicos.
Gao dijo a Reuters Health que el equipo había advertido queen ambas condiciones influiría el neurotransmisor llamadodopamina.
"Sería buena idea que los médicos les pregunten a loshombres con piernas inquietas si sufren de disfunción eréctil",dijo Kushida, quien sugirió que los fármacos para tratar ladisfunción eréctil podrían servir para tratar el síndrome, loque merece más investigación.
FUENTE: Sleep, enero del 2010
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