Este artículo se publicó hace 15 años.
Siete muertos en una explosión en un hotel de Kabul
Siete afganos murieron y 44 resultaron heridos el martes al estallar un coche bomba frente a un hotel utilizado por extranjeros en la principal zona diplomática de Kabul y al otro lado de la calle de la casa de un ex vicepresidente, dijo un responsable de seguridad.
La explosión se produjo poco antes de que el presidente, Hamid Karzai, comenzara su intervención en una conferencia contra la corrupción en otra zona de la capital afgana.
Tras la detonación, los restos del coche bomba ardían frente a las puertas del Hotel Heetal en el distrito Wazir Akbar Jan, elevando una densa columna de humo hacia el cielo.
hermano del ex líder de la guerrilla Ahmad Shah Masud, que luchó contra los soviéticos - quedó muy dañada. Una fuente policial señaló que el ex vicepresidente podría haber sido el objetivo del ataque.
Un fotógrafo de Reuters en el lugar vio a Masud siendo escoltado ileso de su casa, rodeada por los restos humeantes del coche. El edificio vecino a la del ex vicepresidente, una casa de huéspedes dirigida por una empresa india, resultó también muy dañada.
El ciudadano indio Harjeet Singh, que se alojaba en el Heetal, dijo que algunos de los huéspedes habían sido heridos y trasladados al hospital.
Los ataques en Kabul han aumentado en el último año, en el que los milicianos han apuntado a objetivos de alto nivel como edificios gubernamentales y casas de huéspedes que sirven a las oleadas de extranjeros que trabajan para empresas subcontratadas y grupos humanitarios.
El mes pasado, suicidas talibanes atacaron una casa de huéspedes en un distrito cercano al del ataque del martes, matando a seis empleados de Naciones Unidas en el ataque más audaz de los milicianos sobre civiles extranjeros desde el inicio de la guerra en 2001. Naciones Unidas respondió retirando cientos de trabajadores extranjeros de Kabul.
El fortificado hotel sufrió daños, pero no tan graves como las casas cercanas del distrito, que alberga a responsables de gobierno, organizaciones internacionales y residencias diplomáticas.
Khaled Danesh, un oficinista de 20 años que trabaja en una empresa de logística al otro lado de la calle, resultó herido cuando los cristales y la metralla de la explosión le golpearon detrás de la cabeza. El cuello de su camisa afgana tradicional estaba cubierta de sangre.
"Estoy herido en tres partes de la cabeza (...) Doy gracias a Alá por haberme salvado y estoy bien", indicó.
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