Este artículo se publicó hace 15 años.
El Senado de EEUU está listo para aprobar la reforma sanitaria
El Senado de Estados Unidos estaba listo para aprobar el jueves la reforma al sistema de salud diseñada por el presidente Barack Obama, respaldando cambios en el mercado de seguros médicos y nueva cobertura para decenas de millones de estadounidenses que carecen de ella.
El Senado votará a las 07.00 hora local (1200 GMT) tras cuatro semanas de debate y meses de negociaciones políticas que consumieron al Congreso estadounidense y socavaron la aprobación pública de Obama.
Se espera que los 58 senadores demócratas y otros dos independientes aprueben el proyecto, que necesita una simple mayoría en el cuerpo legislativo de 100 miembros.
Los demócratas debieron esforzarse para reunir los 60 votos necesarios para superar los obstáculos de procedimiento planteados por los republicanos en los últimos tres días.
"Estamos a muy pocos pasos de la más significativa línea de llegada que hemos tenido en el Congreso en varias décadas", dijo a periodistas el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid.
LA votación abrirá las puertas para que en enero comiencen las duras negociaciones con la Cámara de Representantes, que aprobó su propia versión el 7 de noviembre que incluye diferentes enfoques sobre impuestos, aborto y un plan de seguro médico administrado por el Gobierno.
Una vez que los negociadores de ambas cámaras acuerden un proyecto único, cada una debe aprobarla nuevamente antes de enviársela a Obama para su firma y promulgación. Los demócratas esperan finalizar esa tarea antes de que el presidente pronuncie a fin de enero su discurso "El Estado de la Nación".
La extraña sesión del Senado en Nochebuena cumple con una promesa de Reid de aprobar el proyecto antes de Navidad, sorteando todos los esfuerzos de los republicanos para postergar la votación lo más posible de acuerdo al reglamento del Senado.
La reforma, que representa la máxima prioridad legislativa de Obama, generaría los mayores cambios en el sistema estadounidense de salud de 2,5 billones de dólares desde la creación en 1965 del programa gubernamental de salud para los ancianos, Medicare.
cubriendo a un 94 por ciento de todos los estadounidenses - y frenaría algunas prácticas de la industria, como negarle la cobertura a personas con enfermedades preexistentes.
También establecería que la mayoría de los estadounidenses tenga seguro médico, daría subsidios para ayudar a algunos a pagarlo, y crearía bolsas estatales, donde quienes carezcan de seguro puedan comparar y buscar planes.
Algunos críticos republicanos dicen que la legislación es una intrusión costosa y torpe en el sector de salud que elevará los costos, incrementará el déficit presupuestario, y reducirá las opciones de los pacientes.
La Oficina de Presupuesto del Congreso -entidad independiente- dijo que el proyecto del Senado disminuiría el déficit federal en 132.000 millones de dólares en un período de 10 años, pero los críticos sostienen que los incrementos previstos en ganancias y ahorros de costes podrían no llegar a materializarse.
Una victoria en el proyecto de salud es crucial para Obama, cuya postura política y agenda legislativa podrían depender del éxito de esta legislación. Los índices de aprobación del mandatario cayeron a cerca de un 50 por ciento en varios sondeos mientras se desarrollaba el enconado debate.
El vicepresidente Joe Biden, un ex senador, planeaba presidir la votación y unirse después a Obama en la Casa Blanca para hacer una declaración tras la votación.
Obama entonces viajaría a Hawai a pasar sus vacaciones, que aplazó hasta la aprobación final de la iniciativa en el Senado.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.