Este artículo se publicó hace 16 años.
Seis años después de la muerte de Cela, se publican sus dolidos poemas de juventud
El escritor Camilo José Cela murió sin pelos en la lengua y con cierta fama de arrogante, pero a sus veinte años era un ser dubitativo, desorientado y aterrado por la idea del sufrimiento y la muerte. Así se desprende de "Pisando la dudosa el luz del día", su primer poemario, que ahora se reedita.
"Pisando la dudosa luz del día", titulo tomado de un verso de Góngora, es el primer libro de Cela (Padrón, 1919-Madrid, 2002), escrito en otoño de 1936, durante la batalla de Madrid a comienzos de la Guerra Civil, y que se publicó en la primavera de 1945.
En el 45, Cela ya había escrito obras emblemáticas como "La familia de Pascual Duarte", "Pabellón de reposo" y "Nuevas Andanzas y desventuras del Lazarillo de Tormes".
Ahora la editorial Linteo, publica este hermoso volumen editado por Adolfo Sotelo Vázquez y María Cristina Carbonell, respetando la edición del 45 que hicieron Carlos F. Maristany y el joven Cela y dando cuenta de las variantes que se hicieron en una segunda edición dirigida por Carlos Barral.
Además incluye varios poemas olvidados por Cela entre el 34 y el y 36 que Adolfo Sotelo ha recuperado gracias a su intensa labor de investigación en la Fundación Camilo José Cela. También añade las principales críticas que salieron en los periódicos cuando apareció el libro.
"Pisando la dudosa luz del día (Poemas de una adolescencia cruel)" es el poemario "de un joven en un momento difícil: estalla la guerra en Madrid, él no sabe qué hacer, no sabe si vivir con sus padres o irse de casa, si seguir los consejos de su padre y estudiar para inspector de aduanas, como él, o ser escritor y, además, la guerra le mata a una novia muy querida, Tránsito Vargas (Toisha)", explica a Efe Sotelo.
"Y me duelen los ojos como herraduras viejas/ Y aún no he encontrado piedra en que apoyar mis muslos"...escribe Cela en un poema denominado "El lagarto del miedo".
Un Cela que a sus 20 años mantiene una correspondencia intelectual con Lolita Franco, que luego sería esposa de Julián Marías, cuatro años mayor, que le orienta y asesora, y quien lee el manuscrito del libro por primera vez.
A Lolita Franco Cela le escribe: "para mí la poesía ha sido siempre algo inconfesable y doloroso, desgarrador y quizá un poco sangriento".
Pero en este libro de juventud, ya se atisba al gran escritor que llegó a ser el premio Nobel, al seguidor de las vanguardias, en especial del surrealismo, y es que como diría él mismo después: "En arte solo tiene interés el abrir nuevos caminos".
En estos poemas están reflejados sus grandes referentes en ese momento, el Rafael Alberti de 'Sobre los ángeles' y el Pablo Neruda de 'Residencia en la tierra'. "Utiliza un tipo de lenguaje surrealista visceral que luego será la matriz de novelas capitales, que no se han entendido bien, como 'Oficio de tinieblas', 'Mrs.Caldwell habla con su hijo' o 'San Camilo', precisa el profesor Sotelo.
La soledad, el miedo, la sangre, la sexualidad, la guerra, la amargura, el insomnio, el miedo, el amor o la muerte, son los elementos que reúne este poemario.
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