Este artículo se publicó hace 17 años.
Los secuestradores de los dos cooperantes italianos y un somalí exigen rescate
Los secuestradores de los dos cooperantes italianos y de un somalí que trabajaban para la ONG Cooperazione Italiana Nord Sud (CINS) han exigido un rescate, confirmó a Efe un familiar del somalí Abdulrahman Yusuf Arrale.
Según el pariente de Arrale, los captores, que raptaron a los cooperantes el pasado día 21, se pusieron en contacto con ellos indirectamente y les pidieron una suma de dinero. "Están pidiendo un rescate, pero no quieren contactar con el CINS", dijo.
"No nos han permitido hablar con los cooperantes, así que no nos podemos fiar de ellos", contó hoy el familiar, que no quiso revelar su identidad y que tampoco dio a conocer la cifra que se les había exigido, pero aclaró que no disponían de tal cantidad de dinero.
Tampoco comentó el pariente quién era el actor intermediario entre los secuestradores y los familiares. "Por mi propia seguridad, no lo puedo decir", agregó.
Todavía se desconoce qué grupo puede estar detrás del secuestro. Aunque milicianos islámicos advirtieron pocos días antes del altercado que pensaban atacar a cooperantes y periodistas de EEUU en venganza por un ataque aéreo americano, la exigencia de un rescate hace pensar que los motivos son económicos y no políticos.
Según el gobernador de la región de Shabelle, donde se produjo el secuestro, Abdulkader Sheikh Mohamed, los cooperantes han sido trasladados a la capital del país.
"Hemos confirmado que los tienen en Mogadiscio, pero no sabemos quiénes son los captores ni cuál es el motivo", informó ayer el gobernador en declaraciones a los periodistas, y añadió que no se podía liberar a los secuestrados por la fuerza porque no sabían en qué lugar exacto estaban retenidos.
Los ataques contra cooperantes en Somalia se han intensificado en los últimos seis meses. Siguen también secuestrados, desde el pasado 1 de abril, un británico y un keniano que trabajaban para la FAO en el sur del país.
El 28 de enero fueron asesinados dos miembros de una delegación holandesa de Médicos Sin Fronteras, así como un francés, un keniano y el conductor somalí del vehículo en el que viajaban.
Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia vive sin que un Gobierno central haya logrado imponer su autoridad en el país.
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