Este artículo se publicó hace 15 años.
Sarkozy intenta calmar las protestas por sus planes económicos
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, intentará esta semana calmar las protestas contra sus planes económicos, pero las negociaciones con los sindicatos parecen difíciles por su molestia ante el creciente desempleo y la caída del crecimiento.
Más de un millón de personas tomaron las calles en toda Francia hace dos semanas en protesta por las políticas de Sarkozy, exigiendo aumento de salarios y protección para empleos de cara a la crisis, mientras que los sindicatos han convocado otra manifestación para el mes próximo.
El plan de estímulo de 26.000 millones de euros de Sarkozy se ha enfocado en proyectos de gasto público como la construcción de carreteras y la modernización de rutas ferroviarias, en lugar de ayudar a los consumidores directamente.
Los sindicatos y la izquierda política lo han instado a cambiar de tácticas.
Una aparición por televisión después de las protestas intentó disipar los temores públicos, pero sólo debilitó más el apoyo a Sarkozy. El mandatario acudirá a una reunión con los sindicatos el miércoles para enfrentarse a sus preocupaciones, pero el espacio para maniobrar es limitado.
"El resultado de mi mandato de cinco años está en juego", sostuvo Sarkozy, según el diario Le Figaro.
El Producto Interior Bruto (PIB) francés cayó un 1,2 por ciento en los últimos tres meses de 2008, su mayor bajada en 34 años, porque las exportaciones bajaron y los minoristas redujeron sus existencias, mientras que el desempleo en diciembre fue un 11 por ciento, mayor que un año atrás.
Aumentando la presión sobre Sarkozy antes de la "cumbre social" del miércoles, la oposición socialista ha exhortado por una reducción de 1 punto porcentual del impuesto al valor agregado y un aumento del 3 por ciento del salario mínimo para dar refuerzo a los gastos del consumidor.
"Francia es el único país en no actuar masiva e inmediatamente en la dirección de adquirir energía, aunque los economistas han establecido un consenso sobre la necesidad de tales medidas junto a aquellos que están a favor de la inversión", dijo esta semana semana el destacado socialista Dider Migaud.
Reino Unido ha recortado su impuesto al valor añadido en 2 puntos porcentuales, pero Sarkozy fustigó la medida en su discurso televisivo, diciendo que "no trajo avances en absoluto", enfadando a Downing Street.
Sarkozy también ha dicho que sólo vale la pena aumentar la deuda pública francesa para medidas de estímulo que equivalgan a inversiones para el futuro, en lugar de financiar el gasto del consumidor, aunque ese sea tradicionalmente el principal impulso del crecimiento económico.
Probablemente citará uno de los pocos puntos brillantes en las cifras del PIB de esta semana como defensa: el consumo de los hogares subió un 0,5 por ciento en los últimos tres meses de 2008, lo que sugiere que los consumidores no requieren de más aliento para seguir gastando.
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