Este artículo se publicó hace 15 años.
Sargsián defiende la normalización de las relaciones con Turquía
El presidente armenio, Serge Sargsián, defendió hoy el restablecimiento de las relaciones con Turquía, que desvinculó del problema del genocidio de armenios en el Imperio Otomano y del arreglo del conflicto de Nagorno Karabaj.
"El establecimiento de relaciones con Turquía sin condiciones previas no tiene alternativa", declaró el jefe de Estado en un mensaje tranquilizador a la nación difundido por la agencia Mediamax.
Sargsián salió así al paso de las protestas de la oposición y algunos sectores de la diáspora armenia en el mundo contra el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Turquía, aliada de Azerbaiyán.
Los ministros de Exteriores armenio, Edvard Nalbandian, y turco, Ahmet Davutoglu, firman hoy mismo en Zurich (Suiza) dos protocolos para restablecer las relaciones diplomáticas y para desarrollar relaciones bilaterales entre ambos países.
A la ceremonia asisten los responsables de la política exterior de Estados Unidos, Hillary Clinton; Rusia, Serguéi Lavrov; Francia, Bernard Kouchner; Suiza, Micheline Calmy-Rey, y el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana.
Sargsián afirmó que la normalización con Turquía "no puede poner en entredicho el genocidio de los armenios" a manos del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial, cuyo reconocimiento como tal en el mundo Eriván impulsa pese a la oposición de Ankara.
Aquella matanza "es un hecho bien sabido, que debe ser reconocido y condenado por toda la humanidad progresista", afirmó el presidente armenio.
Agregó que las relaciones con Turquía tampoco tienen que ver con el arreglo del conflicto de Nagorno Karabaj, enclave separatista armenio en territorio de Azerbaiyán que en la década pasada se declaró independiente con ayuda militar de Armenia.
"Armenia no considera que los asuntos de integridad territorial y de inviolabilidad de las fronteras mencionados en los protocolos (que se firman con Turquía) afectan de alguna forma el problema de Nagorno Karabaj, cuyo arreglo es un proceso independiente", indicó.
Sargsián subrayó que el país "no asume compromisos unilaterales" por estos protocolos, y si Turquía no los ratifica en los plazos previstos, o bien los incumple o viola, "Armenia emprenderá enseguida medidas adecuadas conforme al derecho internacional".
Los documentos que se firman hoy "sientan las bases para las relaciones bilaterales", señaló Sargsián.
Al tiempo, muchos analistas consideran que el restablecimiento mismo de las relaciones diplomáticas entre ambos países tardará un buen tiempo, y más aún la apertura de la frontera común, cerrada por Turquía en 1993 por solidaridad con Azerbaiyán en el conflicto del Karabaj.
Entre otros líderes mundiales, el presidente de EEUU, Barack Obama, respaldó esta semana la normalización entre Armenia y Turquía y subrayó que este proceso debe llevarse a cabo sin condiciones previas y sin ser vinculado con el arreglo del conflicto karabají.
Por su parte, el líder azerbaiyano, Ilham Alíev, se opuso la víspera a la decisión de Turquía de normalizar sus relaciones con Armenia sin esperar la solución del litigio entre Bakú y Eriván por el enclave.
Dentro del proceso de acercamiento entre Ankara y Eriván, el líder turco, Abdullah Gul, ha visitado Armenia para asistir a un partido de clasificación para el Mundial de Sudáfrica entre ambas selecciones, proceso llamado ya "la diplomacia del fútbol".
Sargsián tiene previsto devolver la visita a Gul asistiendo el próximo 14 de octubre en territorio turco a otro partido de fútbol entre ambas selecciones.
Un día antes, Sargsián visitará Moscú a invitación del presidente ruso, Dmitri Medvédev, para celebrar consultas con uno de los pocos aliados que tiene Armenia en el Cáucaso y que le prestan asistencia en medio de su grave aislamiento económico actual.
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