Este artículo se publicó hace 15 años.
Rusia y EEUU respetarán el nuevo acuerdo de desarme hasta que sea ratificado
El Kremlin aseguró hoy que Rusia y Estados Unidos respetarán el nuevo tratado de desarme nuclear que negocian actualmente en sustitución del anterior START, que expira el próximo 5 de diciembre, hasta que aquel sea ratificado en ambos países.
"El proceso de ratificación requerirá algún tiempo, pero no vemos nada terrible en ello", declaró el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, convencido de que Moscú y Washington conseguirán redactar a tiempo el nuevo documento bilateral de desarme.
Explicó que "de acuerdo con la Convención de Viena sobre tratados internacionales, las partes que hayan firmado un acuerdo se abstienen de emprender cualquier acción que contradiga el contenido y objetivos del documento suscrito", según la agencia Interfax.
Lavrov comentó así las declaraciones del asesor de la Casa Blanca para asuntos euroasiáticos Michael McFaul, quien dijo que Washington y Moscú necesitan -y ya negocian- un acuerdo provisional que rija hasta la ratificación del nuevo tratado de desarme.
El ministerio ruso de Exteriores coincidió hoy con EEUU en ese punto y subrayó que ni Moscú ni Washington se proponen en esta situación prolongar el tratado START.
"Debemos encontrar una variante jurídica para la aplicación provisional de los acuerdos que podemos alcanzar en las negociaciones ruso-estadounidenses sobre armas estratégicas ofensivas", afirmó un portavoz de la Cancillería rusa.
El funcionario consintió que, aunque Moscú y Washington consigan el objetivo propuesto de firmar antes del 5 de diciembre el nuevo tratado de desarme estratégico, se necesitarán varios meses para que éste sea ratificado por los Legislativos de ambos países.
"Hay posibilidades jurídicas para llenar ese hueco temporal", dijo el diplomático, convencido de que las partes lograrán elaborar a tiempo el nuevo acuerdo, objetivo que reafirmaron ayer en Singapur los presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Rusia, Dmitri Medvédev.
En su reunión de Moscú el pasado julio, Obama y Medvédev acordaron que el nuevo tratado, que tendría una vigencia de diez años, reduciría el número de cabezas nucleares de cada país a entre las 1.500 y las 1.675 en sus primeros siete años.
Sus vectores o proyectiles para su lanzamiento -misiles balísticos y bombarderos estratégicos- se reducirían también a un máximo de entre 500 y 1.000.
El tratado START, firmado en 1991, establece el máximo de cabezas nucleares permitidas a cada parte en 6.000, y el número de vectores en 1.600, objetivo que ya ha sido cumplido por ambos países.
Actualmente, EEUU tiene 5.576 cabezas nucleares y 1.198 portadores, mientras Rusia dispone de 3.909 cargas atómicas y 814 vectores, según la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.
Entre los asuntos que quedan pendientes de resolver destaca el proceso de verificación, según fuentes estadounidenses, mientras las rusas precisan que Moscú desea terminar con las inspecciones estadounidenses de las empresas donde se fabrican los misiles intercontinentales Tópol y Bulavá.
El pasado octubre, el consejero de Seguridad Nacional, James Jones, se desplazó a Moscú para presentar la última propuesta estadounidense, si bien Washington ha dejado ver la semana pasada que estaba decepcionado con la respuesta rusa.
Ante la perspectiva del vacío que se crearía entre el vencimiento del START y la ratificación del nuevo acuerdo, el senador republicano Richard Lugar ha propuesto una medida interina que permitiría el acceso de inspectores rusos a las instalaciones estadounidenses.
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