Este artículo se publicó hace 12 años.
Rubalcaba a Rajoy: "Usted obliga a elegir entre trabajo o derechos"
El presidente defiende durante la sesión de control la reforma laboral y anuncia "unos Presupuestos que no sean papel mojado"
En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados se volvieron a oír palabras como "déficit", "recortes", "crisis", "reformas". En ese sentido nada nuevo se vio en el Hemiciclo: Alfredo Pérez Rubalcaba volvió a preguntar al presidente Mariano Rajoy por la reforma laboral y los dos líderes se enzarzaron sin mucho entusiasmo en un debate sobre los defectos o las virtudes de la misma.
Más punch tuvo la pregunta de Cayo Lara sobre los próximos Presupuestos. Rajoy respondió que será "austeros, realistas y austeros". Dijo que no hay otra salida que reducir el déficit, reducir el gasto del Estado un 4,7% (en los Ministerios se llegará a un 12,1%). "Vamos a presentar unos Presupuestos que podamos cumplir, que no sean papel mojado".
Cayo Lara le replicó que lo que debe hacer es potenciar la lucha contra el fraude. El líder de IU tildó de "injustos e inútiles" los recortes porque "recaen sobre quienes no han provocado la crisis y porque generan más recesión". Lara apeló a hacer "una reforma fiscal progresiva para que pague más el capital que las rentas de trabajo" y pidió unos Presupuestos "que generen empleo". Finalmente, achacó al PP los 630.000 despidos que puede haber hasta el año que viene.
Rajoy intentó responderle con sus viejas ideas: "Yo preferiría incrementar un 20% el preupuesto, pero no es realista. Si no hay crédito, no hay crecimiento, y sin éste no hay ingresos". Rajoy insistió en la idea de que se gasta más de lo que se tiene, y que eso hay que financiarlo: "Tenemos que financiar nuestro déficit".
Rosa Díez fue la segunda en preguntar. La política de UPyD volvió a uno de sus viejos mantras, el modelo de Estado y "la triple crisis que atenaza a España: la económica, la social y la política". Díez denunció duplicidades —"no podemos permitirnos tener 17 de todo: 17 modelos educativos o 17 sistemas sanitarios"— e instó a Rajoy a reformar el Estado.
Rajoy recogió el guante a medias. Citó de carrerilla, como un estudiante aplicado, lo realizado hasta ahora por su Gobierno (reforma laboral, reforma del sistema financiero,etc) y anunció una serie de reformas estructurales para el futuro como un plan energético, un plan de turismo, ayudas para los exportadores, una ley de emprendedores y una reforma de la justicia.
"Tiene usted razón, hay duplicidades y sobra organismos autónomos. Por eso, en breve llegará al Consejo de Ministros un informe sobre el solapamiento de estas entidades y su posible supresión. Hablaremos de la unidad de mercado, presentaremos una reforma de la Administración no como usted la plantea, pero esta legislatura será la de las reformas estructurales", concluyó el presidente.
Y finalmente fue el turno del secretario general del PSOE. Alfredo Pérez Rublacaba acusó a Mariano Rajoy, de obligar a los españoles a elegir "o trabajo o derechos" con la reforma laboral. Preguntó a Rajoy si cree "razonable cambiar radicalmente el sistema de relaciones laborales sin haber hablado ni un minuto con los sindicatos".
A vueltas con la reforma laboralRajoy recordó que se reunió con los sindicatos y los empresarios antes de ser presidente y después la ministra Fátima Báñez "no ha parado de hablar con ellos". En enero reconocieron la incapacidad de acercamiento, relató, "fuimos pacientes y conseguimos un acuerdo de mínimos" que era importante pero dejaba fuera "muchísimas cosas" que el Gobierno consideraba necesarias.
Por ello, "no abdicamos de nuestra responsabilidad de gobernar" y presentó una reforma laboral "buena para que se contrate" y para los intereses generales de los ciudadanos, "en la línea de todas las que se han hecho en el resto de países de la Unión Europea".
Rubalcaba: "Cuando la economía crezca y permita crear empleo, será de peor calidad"
Rubalcaba le reprochó que, efectivamente, aquella reunión de Rajoy fue previa a su toma de posesión y tras ese acuerdo de mínimos llegó el "silencio total" y un decreto que pone "patas arriba" el sistema de relaciones laborales y que "niega" ese diálogo del que se declara partidario. "Lo que hay es un decreto que rompe los equilibrios logrados desde el inicio de la democracia", dijo Rubalcaba.
Rubalcaba precisó al presidente que su acusación no es de "improvisación", sino más bien al contrario, de tener en la cabeza el abaratamiento del despido "tantas veces como contestó que no durante la campaña electoral". "La previsión de 600.000 desempleados más este año demuestra, en su opinión, el reconocimiento de que la reforma aumentará los despidos a corto plazo, y a medio y largo plazo, cuando la economía crezca y permita crear empleo, será de peor calidad por la pérdida de derechos de los trabajadores".
Rajoy le replicó que carece de "autoridad" para denunciar despidos dadas las cifras dejadas por el anterior Gobierno, y para reprochar la falta de acuerdo después de aprobar también por decreto una reforma que condujo a una huelga general. "No nos puede decir que la reforma sin acuerdo está bien si la hacen ustedes y está mal si la hace el PP", dijo Rajoy a Rubalcaba. Esa reforma ni siquiera consiguió crear empleo, le espetó, "no me reproche a mí que yo haya asimido mi responsabilidad de gobernar".
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