Este artículo se publicó hace 13 años.
Rubalcaba plantea un "gran pacto de rentas" y una reforma fiscal urgente
El candidato del PSOE diseña un proyecto socialdemócrata renovado en el borrador de su programa electoral
Gonzalo López Alba
Alfredo Pérez Rubalcaba concurrirá a las elecciones del 20-N con un proyecto socialdemócrata renovado para combatir la crisis y preservar el Estado del bienestar con dos palancas principales: "un gran pacto global de rentas" y una reforma de "urgencia" en el sistema fiscal.
Así se desprende del documento marco, de 143 páginas, que servirá de base para su programa electoral, cuya aprobación se producirá, el primer fin de semana de octubre, en una Conferencia Política en la que participarán un millar de personas.
El pacto social que propone incluye pactar salarios, precios y beneficios
Las prioridades del candidato socialista quedan claramente establecidas en los cuatro epígrafes del texto, redactado por Cristina Narbona: "Gobernar los cambios"; "Una economía sana y competitiva"; "Lo urgente, el empleo"; "La igualdad en el siglo XXI"; y "Democracia".
El "necesario" pacto de rentasEl documento plantea como "necesario" abordar "un gran pacto global de rentas, con participación del sector público y del privado, en el que intervengan todos los agentes y en el que se contemple una evolución de las rentas, precios y márgenes coherente con la marcha de la economía".
Las subidas salariales dejarían de regirse sólo por la inflación
Ese acuerdo, según se detalla, "debe abrir los incrementos salariales a indicadores adicionales al índice de precios al consumo para tomar en consideración, asimismo, la evolución de la productividad o las condiciones de competitividad de la empresas o el sector". Pero también "debe incorporar compromisos efectivos de reinvertir beneficios en el mantenimiento y fortalecimiento de la empresa, en la creación de empleo, en la racionalización del trabajo". Y, asimismo, "un tratamiento paralelo entre los incrementos salariales pactados para los trabajadores y los incrementos de las retribuciones de gestores y directivos, sea cual sea su especie".
En el planteamiento de Rubalcaba, "ha de ser un acuerdo que los interlocutores sociales alcancen en el ejercicio responsable de la autonomía colectiva, aunque con un papel activo por parte de los poderes públicos".
Impuestos para el bienestarEl nuevo impuesto a los bancos y cajas gravaría sólo el pasivo
Junto a ese gran pacto, el candidato del PSOE sostiene que, siendo el Estado del bienestar "la principal seña de identidad" de un proyecto socialdemócrata e imprescindible "renovar el enfoque" de las políticas que lo definen, la fiscalidad es "el instrumento principal" para asegurar su financiación. Con esta filosofía, y tras recordar que en España la presión fiscal se ha reducido hasta el 32% del PIB siete puntos por debajo de la media europea, el documento considera "preciso" plantearse "la urgencia de realizar reformas en nuestro sistema fiscal" para asegurar los recursos necesarios y "un mejor reparto de la carga impositiva, de forma que los que más tienen contribuyan de forma más visible".
El documento recoge los compromisos ya anunciados por Rubalcaba de crear un impuesto sobre las grandes fortunas o patrimonios más altos, con carácter estatal [página 20], y un impuesto sobre el balance de las entidades financieras. Sobre esta última figura, aclara que gravaría "los pasivos, descontando el capital propio, las transacciones intragrupo y los depósitos asegurados".
También plantea "revisar y ordenar" la fiscalidad de la rehabilitación de viviendas. Y apunta que el ejemplo de los países más avanzados de la OCDE en fiscalidad verde "nos ayudará a revisar nuestro marco impositivo" para incentivar las tecnologías más limpias y eficientes.
El candidato promete estudiar la dación en pago, como guiño al 15-M
Junto a todo ello, se destaca como objetivo preferente de la administración tributaria la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida. En paralelo, Rubalcaba se compromete a practicar una "austeridad inteligente", con "un mayor ajuste en aquellas políticas que no sean prioritarias" y un refuerzo de la inversión productiva.
Receptivo con el 15-MEl borrador del programa compromete un Gobierno "volcado al acuerdo y al consenso", que actúe "con austeridad, ejemplaridad en sus comportamientos y tolerancia cero con la corrupción". Es uno de los varios guiños al Movimiento 15-M que incluye el documento, en el que se identifica como "parte esencial" de su programa el propósito de "reforzar la intensidad reformista, con la incorporación y el acento en las nuevas exigencias ciudadanas". Así, se compromete a "estudiar la dación en pago como forma de liquidación de la deuda" hipotecaria y "un tratamiento integral de la insolvencia del consumidor que tenga en consideración la conducta de buena fe del deudor".
Uno de los aspectos más llamativos del programa, por cuanto es reflejo de la situación actual de España, es que la lucha contra el terrorismo sólo merece las seis líneas del último párrafo.
El texto no elude la autocrítica: "No percibimos a tiempo la intensidad y la profundidad de la crisis"; "Durante demasiado tiempo, en demasiados sitios, se han asumido acríticamente demasiados postulados impuestos por otros campos ideológicos". Pero sostiene que la burbuja "más dañina" ha sido la ideología con la que se identifica el PP y que la derecha "nunca heredó una crisis ni sacó" a España "de ella". Eso dice es un "mito falso".
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